MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha aprovechado este martes su intervención en el Debate sobre el estado de la Nación para volver a advertir al presidente de la Generalitat, Artur Mas, de que nunca aceptará que se pongan en "tela de juicio" la unidad de España, la soberanía nacional o la igualdad de todos los ciudadanos.
El jefe del Ejecutivo ha abordado directamente durante su primera intervención en el debate de política general el conflicto con Cataluña y la consulta soberanista celebrada el pasado 9 de noviembre, que ha tildado de "simulacro" aunque ha reconocido que hubiera preferido que nunca hubiera tenido lugar.
Rajoy ha recordado que su Gobierno se opuso "desde el primer" momento a la celebración del referéndum independendista por considerarlo "ilegal" y ha señalado que así también se manifestaron el Tribunal Constitucional y la mayoría del Congreso. "Pero además, era una iniciativa perniciosa que rompía la igualdad de los españoles y privaba a millones de compatriotas a decidir qué país quieren", ha denunciado.
Frente a ello, ha esgrimido que el Ejecutivo actuó "con prudencia y con determinación, con firmeza y proporcionalidad"; logrando que el referéndum fuera sustituido por "un evento propagandístico carente de cualquier legitimidad democrática y efectos políticos".
Pese a todo, ha reconocido que hubiera preferido que ese "simulacro" no se hubiera celebrado y no se hubieran "dilapidado" en él "tantos recursos y tanta energía", destinando la Generalitat todos esos "esfuerzos" a superar las dificultades financieras que atraviesa Cataluña.
TODOS SOMETIDOS A LA LEY
En este punto, Rajoy ha manifestado su "disposición permanente" a buscar "puntos de entendimiento" con el Ejecutivo de Artur Mas, igual que con cualquier otra administración del Estado, aunque siempre "con respeto a la ley y las normas". El presidente ha subrayado que este marco legislativo es el que ha dotado a España de "décadas de convivencia pacífica, bienestar económico, una descentralización sin parangón y respeto a la pluralidad del país".
"En cualquier caso, para dejar clara mi posición, voy a reiterar que nunca aceptaré que se ponga en tela de juicio la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de los españoles y sus derechos fundamentales", ha querido puntualizar el presidente provocando el aplauso de los diputados 'populares'.
Y ha añadido que tampoco permitirá que se pretenda "violar" lo que establece la Constitución o se pretenda modificar por procedimientos distintos a los contemplados en la propia Carta Magna. "España es un Estado democrático y de derecho, y todos estamos sometidos a la ley", ha zanjado.