MOSTAR 23 Mar. (Del enviado especial de EUROPA PRESS, Jesús Luis Peñalver) -
El Ayuntamiento de Mostar agradeció hoy al presidente del Govern, Jaume Matas, el apoyo económico prestado por el Ejecutivo autonómico en la reforma del gimnasio de una emblemática escuela de esta ciudad bosnia, cuyas obras empezarán la próxima semana.
Asi lo explicó hoy Matas tras la entrevista que mantuvo hoy con el presisdente del Consejo Municipal de Mostar, Murat kaorit, durante la visita que realiza el jefe del Ejecutivo desde ayer a Bosnia-Herzegovina, con motivo de la presencia en el pasi balcánico de la agrupacion Baleares SPFOR XXVII, en el marco de la operacion Altea de la UE.
Inmediatamente después del encuentro, Matas se trasladó hacia la Plaza de España de la ciudad, donde presidió un homenaje a los 21 militares españoles caídos en Bosnia desde 1993, en el que depositó una corona de flores en un monumento conmemorativo. En el acto también estuvieron presentes el teniente general de la Fuerta Terrestre, Pedro Pitarch; el comandante general de Baleares, José Emilio Roldán; y el presidente del Parlament, Pere Rotger.
El Govern contribuye a la labor de estabilización emprendida por el Ejército aportando 22.000 euros al proyecto Raig Mostar, que prevé la reconstrucción del aula central del instituto Gimnasium Mostar, mientras que en la cercana localidad de Trevinge invierte otros 24.000 euros en la rehabilitacion de una guarderia que actualmente funciona con 30 niños, si bien se espera que alcance los 100 alumnos cuando esté reformada.
Tras visitar Mostar, Matas aseguró que la impresión "no puede ser más demoledora" y comentó que, a pesar de la intervención de las fuerzas internacionales, entre ellas las españolas, "al parecer todavía quedan odios y motivos larvados", dijo.
Mostar es la segunda ciudad de Bonsia-Herzegovina y cuenta actualmente con 120.0000 habitantes, poco menos de los que tenía antes de la guerra, si bien ha tenido que ser repoblada con personas procedentes de poblaciones menores.
Se calcula que la ciudad recibió durante la guerra unos 300.000 impactos de artillería y ahora, diez años después del fin del conflicto, presenta un aspecto atípico, al combinarse edificaciones nuevas y reformadas con otras derruidas y melladas por la metralla y las balas.