Batet llama a los políticos a rehacer consensos y a dejar de competir por la "radicalidad"

Dice que, más que "la crítica al partido ajeno", habría que fomentar "la exigencia al partido propio"

MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha hecho un llamamiento este lunes a rehacer los "consensos" y ha lamentado que, en los últimos tiempos, los partidos hayan dejado de "competir por el centro" y ahora dediquen su esfuerzos a "competir por la radicalidad".

Así lo ha asegurado Batet durante la presentación virtual de la décimo tercera edición del Informe sobre la Democracia Española realizado por la Fundación Alternativas, en la que también ha participado la directora del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Yolanda Gómez.

Batet ha recurrido a unas palabras del director del informe Alberto Penadés, que concluye que España dispone de "lo que una democracia necesita para proteger la libertad con todos los problemas que se quiera, pero sin impunes quebrantos". Es decir, ha defendido que nuestro país es "una democracia real y madura", aunque ha admitido que esta afirmación puede parecer increíble para la mayoría de los ciudadanos.

"Tras constatar el buen estado del sistema democrático, ni el informe ni yo nos atrevemos a felicitarnos, ni tan siquiera a afirmar que estamos en la línea correcta", ha reconocido Batet, quien ha asegurado que, con este asunto, no es posible caer en "la autocomplacencia" ni en la "satisfacción".

UNA SOCIEDAD OBSTRUIDA

Y es que, ha apuntado, el informe pone de relieve que se ha producido una "ruptura" de varios consensos y llega a hablar de "la paradoja de una democracia que funciona y una sociedad que se obstruye" y de que "lo que falla es el Estado más que la democracia". Según Batet, este análisis si es más acorde a lo que piensa la mayor parte de la ciudadanía, que censura la incapacidad de los políticos para ofrecer soluciones acordes a las demandas ciudadanas.

Desde esta perspectiva crítica, la presidenta del Congreso ha puesto de relieve que, si bien la confrontación de objetivos, instrumentos y estrategias es "consustancial a un sistema pluralista", de un tiempo a esta parte y no sólo en España, la "polarización" y "el enfrentamiento" alcanzan "a todos y cada uno de los aspectos de la vida pública, en especial a aquellos sobre los que se construyen las sociedades", es decir, "los grandes consensos constitucionales explícitos o implícitos".

"Muchas veces tengo la sensación de que antes los partidos competían para alcanzar y representar el centro y ahora en cambio parece que compiten en radicalidad, en representar los polos más opuestos", ha añadido.

Entre los consensos que se están "tensionando" o incluso "rompiendo", Batet ha mencionado el territorial, económico y social, intergeneracional y político-institucional, este último, "en torno a la legitimidad de las opciones ideológicas y la alternancia en el poder".

Si, como sostiene el informe de la Fundación Alternativas, la sociedad está "obstruida" por la ruptura de los consensos fundamentales, la "tarea obvia", ha aseverado, es "reforzar o rehacer" los consensos. "La crítica a la clase política incluye a la vez una senda de redención: el trabajo por el consenso y ahí es donde deberíamos concentrar todas nuestras energías", ha dicho.

Desde su punto de vista, hay dos vías importantes para hacerlo. La primera, aceptar que el consenso es "global". "No hay un consenso territorial, otro social y otro institucional, sino que se construye un consenso hecho de cesiones, prioridades propias y valores fundamentales compartidos", ha señalado.

También ha abogado por introducir nuevos elementos --como podría ser el cambio climático-- en la reconstrucción del consenso fundamental ahora roto, una labor, en la que, ha enfatizado, los partidos siguen siendo fundamentales.

MATICES, EMPATÍA Y TOLERANCIA

"Los partidos, todos, no existen en el aire, sino que fijan sus prioridades y sus estrategias de acuerdo con lo que los ciudadanos les exigen mediante su votos de premio o de castigo", ha recordado, remarcando que, más que la crítica al partido ajeno lo que puede hacer cambiar la actitud de los políticos o de algunos de ellos es "la exigencia al partido propio".

En opinión de Batet, cada vez que no se escucha al otro, se excluye "con rotundidad propuestas alternativas" o, aún cargados de razones, se "renuncia a convencer a los adversarios", los políticos debilitan "los consensos integradores" y utilizan la "satisfactoria democracia para generar un sistema político cada vez más obstruido".

En este sentido, ha subrayado que "cada matiz, cada ejercicio de empatía o al menos de tolerancia" y cada "esfuerzo de integración o convicción" que hagan los políticos o cualquier ciudadano será "un pequeño paso individual", pero también un "gran paso colectivo para mejorar el funcionamiento del sistema político y de la sociedad".