Actualizado: jueves, 23 febrero 2017 17:39


MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

El abogado de la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), Andrés Herzog, ha celebrado este jueves la sentencia de la Audiencia Nacional en la que se condena a los 65 acusados por las tarjetas 'black' y cree que debería acordarse prisión provisional para Miguel Blesa y Rodrigo Rato mientras la pena no haya sido declarada firme por el Tribunal Supremo en el caso de que recurran.

En declaraciones a Europa Press, Herzog se ha mostrado satisfecho con la sentencia de la Sección Cuarta de la Sala de Lo Penal que impone penas que van de entre tres meses a seis años de cárcel a los 65 acusados por el uso que hicieron con sus Visas. "Por parte de la acusación popular estamos satisfechos con el hecho de que hayan resultados todos condenados", ha expuesto el abogado.

A su juicio es posible que, si se celebra una vista para acordar medidas cautelares contra los condenados se pida prisión para los dos expresidentes de Caja Madrid y Bankia, ya que ambos tienen causas pendientes en los juzgados de Plaza Castilla. La solicitud de este tipo de medidas es una facultad que solo puede ejercer el Ministerio Fiscal y la acusación particular, pero no la popular.

El abogado ha reconocido que se tiene que estudiar la sentencia de la que ha sido ponente la magistrada Teresa Palacios, para poder determinar el alcance de la misma. "Nos hubiera gustado que se apreciara un delito de administración desleal también para Blesa y Rato, pero en líneas generales estamos satisfechos", ha manifestado.

"LOS HECHOS BAJO EL MISMO PRISMA"

También ha celebrado que el tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo y que ha juzgado a los 65 exaltos cargos y directivos por el uso que han hecho con sus plástico "haya visto los hechos bajo el mismo prisma" que la CIC, "a pesar de la defensa tan agresiva" que hicieron los acusados.

Tanto las acusaciones como el fiscal Anticorrupción, Alejandro Luzón, reprocharon a los beneficiarios de las Visas que utilizaronlas tarjetas para cargar todo tipo de gastos personales, provocando un desfalco a Caja Madrid de 15 millones de euros entre 1999 y 2010. A su juicio se trató de un sistema opaco que no tributaba a Hacienda y que degeneró con la llegada de Blesa a la presidencia de la caja.

La Sala, por su parte, se ha pronunciado sobre la culpabilidad de los encausados veinte días después del fin del juicio, y ha determinado que Blesa, condenado a seis años de cárcel, contrarió el fundamento legal al atribuirse a sí mismo y los otros beneficiarios una tarjeta corporativa al margen del salario acordado y cuyo uso no precisaba de justificación de gastos.

De Rato, sobre quien pesa una condena de cuatro años y medio, apunta que su comportamiento al frente de la entidad fue contrario a los intereses de la misma y por tanto fue "propiciador de la merma del caudal gestionado". También le acusa de trasladar este sistema a Bankia para compensar las restricciones salariales marcadas por el Real Decreto Ley 2/2012, con el que se limitaba en esta cantidad los sueldos en los bancos con préstamos públicos.

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