BRUSELAS, 7 Oct. (EUROPA PRESS) - El próximo alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, ha avanzado este lunes ante los eurodiputados que habrá más sanciones europeas a responsables del régimen venezolano, pero no medidas que puedan empeorar más la "dramática" situación de sus ciudadanos. "Sanciones individuales sí. Hemos votado sanciones y seguiremos votando más", ha dicho. Borrell también ha advertido a los eurodiputados de que la situación en Nicaragua es todavía peor que en Venezuela y les ha anunciado que su primer viaje como alto representante será a Pristina. Todo ello en su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara, requisito previo antes de ser confirmado como próximo vicepresidente de la Comisión Europea. El aún ministro español ha señalado que los Balcanes y la frontera este de Europa serán prioritarios en su mandato, convencido de que, si no consigue resolver un problema en su "vecindad inmediata", la UE no podrá ser una potencia geopolítica, como a su juicio debe aspirar a ser para no quedar "aplastada" entre Estados Unidos y China. Así, ha avanzado que hará todo lo que esté en sus manos para que Serbia y Kosovo lleguen a un acuerdo. España no reconoce a Kosovo como país pero Borrell cree que la clave está en Rusia, China y Serbia. Si bien entre los Estados de la UE hay divergencias sobre el reconocimiento de Kosovo, ha afirmado que todos los países están "comprometidos" con la región. "El statu quo no puede seguir", ha dicho. A su modo de ver, lo primero que hay que hacer en los Balcanes es "abrir fronteras", según ha dicho en un momento en el que dejaba claro que a él las fronteras no le gustan y que se definía a sí mismo como "catalán, español y europeo", tres identidades "no excluyentes". Borrell también ha tildado de "extraordinariamente grave" la inminente acción militar turca en territorio sirio con el visto bueno de Estados Unidos y ha apuntado que si estuviera ya en ejercicio como alto representante sería algo que plantearía seriamente. En su opinión, la UE tiene la oportunidad de demostrar su papel preservando el acuerdo nuclear con Irán, "el mejor logro, a su juicio", de la diplomacia europea. También cree que debería auspiciar una conferencia regional para rebajar la tensión en el estrecho de Ormuz, en lugar de alentar la presencia de varias fuerzas navales en un lugar donde un "chispazo" puede tener "imprevisibles consecuencias". La relación con Venezuela y Cuba ha sido el primer asunto concreto que han planteado los eurodiputados, a cargo de Antonio López-Istúriz (PP), que ha denunciado "falta de firmeza" de su predecesora, Federica Mogherini, incluso ha tildado de "viaje turístico" su reciente visita a La Habana. Borrell ha puesto en valor que la Unión Europea hace "todo lo posible" para que en Venezuela se celebren nuevas elecciones presidenciales "democráticas" y "libres" y ha dejado claro que "con el corazón" está "en contra de sanciones que pueda "afectar todavía más" al pueblo venezolano, que ya está "al borde" de la extenuación y no serían "humanamente legítimas". Después, el eurodiputado de Vox Hermann Terstch le ha reprochado que no haya ninguna sanción a Cuba, cuyo régimen "protege y dirige" al de Nicolás Maduro y ha pedido "medidas contra la última gran dictadura comunista que está desestabilizando el hemisferio", en lugar de presentarlo como "un país normal al que va todo el mundo". CUBA, ¿LA ÚLTIMA DICTADURA COMUNISTA? Borrell ha replicado que él no considera a Cuba un "país magnífico" pero le ha recordado que la posición común de "aislamiento" a Cuba por parte de la UE no consiguió ningún resultado. "¿La última dictadura comunista que queda en el mundo? ¿Está seguro? Raúl Castro me dijo a mí tráteme como si fuera vietnamita, saudí o chino", ha proseguido. También ha recordado que Cuba no es una "anomalía", en el sentido de que hay muchos otros países donde no se respetan los Derechos Humanos, algunos de ellos más cercanos a la UE. "Al menos en Cuba no hay condenas a muerte ni tampoco las aplican por crucifixión", ha espetado. SANCIONES A RUSIA Por otro lado, ha apostado por que la UE mantenga las sanciones económicas a Rusia por su anexión de Crimea y su desestabilización en el este de Ucrania, algo que ha admitido requerirá "mucha unidad" entre los Gobiernos. "Hay que mantener las sanciones a Rusia mientras no se produzca un cambio de actitud. Eso requiere unidad", ha dicho. Si no la hay, ha avisado, serán los europeos los que tendrán un problema. Y es que Borrell ha llamado a los europeos ha empezar a desarrollar un "pensamiento estratégico común", aunque ha dejado claro que no hará nada "contra las capitales". "La Unión Europea tiene que aprender a utilizar el lenguaje del poder", ha dicho. Rusia ha ocupado una buena parte de las preguntas de los eurodiputados y cierta reflexión sobre si es o no una "amenaza" para Europa. "Un desafío estratégico", ha terminado por decir Borrell, que ha apostado por reforzar Ucrania como un país "democrático y próspero". La UE, ha dicho, lleva ya dedicados 15.000 millones de euros a este país, y debe ser consciente de que no será gratis. ABENGOA Y SUS ACCIONES Aunque la mayoría de las 25 preguntas han versado sobre política internacional, también ha respondido a dos sobre la sanción que tuvo que pagar por su venta de acciones de Abengoa. Como en otras ocasiones, ha replicado que no utilizó información privilegiada, porque en tal caso no tendría sentido haber vendido solo 9.000 euros, un 7 por ciento de la cartera que administraba. Según ha dicho, el 93 por ciento de la cartera que sí mantuvo le supuso una pérdida de 300.000 euros. "O no tenía información privilegiada o fui un perfecto estúpido", ha resumido. Sobre sus acciones en Iberdrola, BBVA y Bayer, que motivaron una petición de aclaraciones de la Eurocámara, ha asegurado a los eurodiputados que, si suponen un problema, mañana mismo puede dar la opción de venderlas. También le han recordado sus palabras sobre Estados Unidos y la muerte de "cuatro indios". "Ya pedí disculpas", ha dicho, reconociendo que eran "desafortunadas". MIGRACIÓN, EEUU Y DEFENSA En materia de inmigración, Borrell ha defendido que los Gobiernos europeos lleguen a un acuerdo que "automáticamente" permita traer a Europa las personas rescatadas en el Mediterráneo, dejando claro que 200 personas "no es un problema para Europa", y apostando por los acuerdos con los países de origen y tránsito. Por otro lado, ha insistido en la solución de dos Estados para resolver el conflicto entre palestinos e israelíes, rechazando la idea de romper los acuerdos comerciales con Israel por violar los Derechos Humanos de los palestinos, como le ha pedido el eurodiputado de IU Manu Pineda. Borrell ha prometido que Estados Unidos seguirá siendo "un aliado fuerte" de la UE a pesar de las "preocupaciones legítimas" de los europeos sobre algunas de sus decisiones "que van en contra de décadas de cooperación". A China ha apostado por exigirle "igualdad de condiciones y reciprocidad" en comercio, inversiones y conectividad. También ha señalado que la UE debe poder actuar en términos militares, desarrollando tanto la Cooperación Estructurada en Defensa como el Fondo Europeo de Defensa para incentivar el desarrollo de capacidades militares, recordando que Europa dependió de las bombas de Estados Unidos en la operación en Libia. Y aunque admite que la UE no puede "estar en todas partes", sí cree que puede hacer "mucho más" para estabilizar el Norte de África y el Sahel. Las tres horas de comparecencia han terminado con un aplauso de los eurodiputados y el aún ministro, acompañado de su esposa, Cristina Narbona, ha dedicado tiempo a despedirse personalmente de muchos de ellos.