MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, ha declarado este jueves ante el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama que ella no intervino en el proceso que acabó con la compra del Banco Popular por el precio simbólico de un euro, y ha negado que recibiera presiones por parte del Ejecutivo para que el Santander acudiera al proceso de compra previo en 2017.
Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press y presentes en la comparecencia, que se ha prolongado durante casi cuatro horas, han asegurado que Botín se ha escudado en su condición de presidenta y ha insistido en que fueron sus subalternos los que llevaron el asunto.
Botín declaraba en calidad de testigo en relación a la causa en la que se investigan las presuntas irregularidades que llevaron a la resolución y posterior venta del Banco Popular a mediados de 2017. Y en ese marco, ha apuntado que ya en 2016 recibió una llamada del entonces presidente del Popular Ángel Ron --ahora imputado en la causa-- para preguntarle si estaba interesada en comprar el banco, pero en ese momento decidieron no hacerlo.
Posteriormente, ya en mayo de 2017, cuando acuden al proceso de venta del Popular, vuelven a valorar esa compra, pero se decide de nuevo tras analizar la documentación que no interesaba. Quince días después es cuando se produce la resolución del banco y la compra por un euro.
Asimismo, según estas mismas fuentes, Botín ha explicado que cuando valoraron la compra de la entidad, comenzaron también a valorar lo que podrían recibir con la colocación de activos del Popular en el mercado especializado. Otras fuentes apuntan que la presidenta del Santander ha señalado ante el magistrado que analizaron que el Popular era solvente pero que tenía falta de liquidez y unas provisiones por debajo del mercado.
LAS LLAMADAS A BOTÍN
Si bien Botín ha indicado que no recibieron presión alguna para hacerse con la entidad, sí que ha explicado que habló con el entonces ministro de Economía y hoy vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, quien le trasladó su preocupación por la situación del Popular y para preguntarle por cómo lo veía ella.
Previa a esta llamada, ya habían mantenido una reunión de forma general aprovechando que coincidieron a finales de mayo de 2017 en el Club Bilderberg en Chantilly, Virgina (EEUU). Con todo, ha incidido en que no recibió llamadas ni del que fuera presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Manuel Conthe, ni de la presidenta de la Junta Única de Resolución (JUR), Elke Knig.
Sobre el papel que tuvo en el proceso, ha señalado que ella en esa época viajaba mucho y que no participó en las decisiones del Santander al respecto. En este sentido ha descargado tanto en el que fuera presidente de Banco Santander España Rodrigo Echenique, como en el secretario Jaime Pérez Renovales y el directivo José Luis Mora.
El 7 de junio de 2017 el Banco Santander adquiría el 100% del capital social de Banco Popular por un euro. Realizaba dicha operación como resultado de un proceso competitivo de venta organizado en el marco de un esquema de resolución adoptado por la Junta Única de Resolución y ejecutado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).