El socialista le afea su apoyo a Otegi y el líder de Podemos le tilda de "miserable" por "utilizar" a la víctimas de ETA
MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El rifirrafe entre el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha terminado este miércoles en bronca después de que el líder del partido morado haya identificado al primer presidente de Gobierno del PSOE con los GAL: "El señor Felipe González tiene el pasado manchado de cal viva".
Con esta acusación, Iglesias pretendía advertir al secretario general del PSOE de que no haga caso de la "vieja guardia" de su partido, que le aconseja no pactar un gobierno con Podemos. Sin embargo, estas palabras han soliviantado a la bancada socialista, que enseguida ha comenzado a atacar al líder de la formación morada.
"Fuera", "ésta es la nueva política" o "venga hombre" son algunas de las frases que se han escuchado en las filas del PSOE, cuyos diputados no han parado de hacer aspavientos y gestos para mostrar su desagrado con Iglesias.
Los ánimos se han exacerbado de tal forma que el presidente del Congreso, el socialista Patxi López, se ha visto obligado a intervenir para pedir calma en el debate, "respeto y educación". "No hagamos nada que no pueda demostrar que no somos ni respetuosos ni educados, no caigamos ni el insulto, ni en la descalificación ni en la provocación", ha dicho.
Esta llamada al orden ha venido después de que el líder de Podemos le pidiera amparo por haberle retirado la palabra, dado que su réplica había sido interrumpida ante las airadas protestas de los parlamentarios del PSOE, lo que, a su juicio, le ha impedido concluir los tres minutos que le había concedido.
PATXI LÓPEZ TUTEA A PABLO IGLESIAS
"Tú tiempo ya había terminado", le ha respondido enseguida el presidente del Congreso, un tuteo que ha sorprendido al propio Iglesias, quien también le ha tratado con la misma fórmula llamándole "Patxi". Además, le ha avisado de que la retirada del uso de la palabra suponía sentar "un mal precedente". Sin embargo, López ha insistido en que había sido "generoso" y que el líder del partido morado había sobrepasado el tiempo que le había dado.
El 'estreno' de López en un gran debate rogando silencio y pidiendo que se mantuvieran las formas ha sido aplaudido por prácticamente todo el hemiciclo, salvo por el grupo de Podemos. Los aplausos han continuado en la bancada del PSOE cuando al volver a tomar la palabra el candidato socialista ha concluido la bronca saliendo en defensa del expresidente González. "Yo me siento muy orgulloso de Felipe González", ha enfatizado.
OTEGI Y LAS VÍCTIMAS DE ETA
El agrio cara a cara entre los líderes del PSOE y Podemos también ha estado marcado por el feo que le ha hecho Sánchez a Iglesias a propósito de su apoyo al exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, momento que ha aprovechado para dejarle claro que los etarras no son "presos políticos".
"Le voy a decir algo con mucho respeto: El próximo lunes se cumplen ocho años del asesinato de Isaías Carrasco, un trabajador de un peaje asesinado por ETA, por aquéllos que usted ayer dijo que eran presos políticos", le ha soltado el secretario general de los socialistas. Minutos después, Iglesias le ha respondido que "utilizar la memoria de las víctimas para atacar al rival político" es "una actitud miserable e impropia de quien quiere ser presidente del Gobierno".
El ambiente en el hemiciclo en el primer cuerpo a cuerpo parlamentario entre Sánchez e Iglesias ha estado animado casi desde el principio. El discurso de Iglesias, que se estrenaba en estas lides, ha sido muy respaldado por sus compañeros, que no han dejado de mostrarle su apoyo con continuos aplausos.
LA NARANJA MECÁNICA
El líder de Podemos ha repartido juego a diestra y siniestra atacando tanto al PP como al PSOE, pero ha sido sobre todo el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, uno de los principales 'blancos' durante su alocución, al que se ha referido en no pocas ocasiones como "la naranja mecánica".
Las primeras alusiones a Ciudadanos han provocado que el líder del partido naranja negara con la cabeza las diferentes acusaciones que vertía Iglesias, pero posteriormente las continuas referencias a su partido han provocado la risa en Rivera, que comentaba algunas de las 'píldoras' del líder de Podemos con algunos diputados del PP. En concreto, cuando éste ha acusado al autor del programa económico de Ciudadanos, Luis Garicano, de haber trabajado para la FAES.
Iglesias ha protagonizado un discurso en el que ha habido momentos para la broma, como cuando ha citado a la consultoría Pricewaterhouse Coopers --"creo que lo he pronunciado bien", ha dicho aludiendo al error que cometió durante uno de los debates de la campaña electoral--, y para una recriminación poco usual, como cuando ha echado en cara al candidato socialista que no estuviera atendiendo las intervenciones de los oradores.
Pero también ha habido momentos para cariño, con el 'piquito' que se han dado Iglesias y el portavoz de En Comú, Xavier Domènech, al término de la intervención del segundo, y para la indiferencia, cuando no ha habido saludo alguno entre el líder de Podemos y la portavoz de En Marea, Alexandra Fernández, cuando ésta ha bajado de la tribuna.
Otro de los instantes de este rifirrafe lo ha protagonizado el secretario general de los socialistas cuando ha equivocado a su interlocutor, al que se ha referido como "señor Rajoy", lo que ha provocado algunas sonrisas en el hemiciclo. "Algunos veces uno se confunde", se ha justificado Sánchez.