Un portavoz comunitario insiste en que es un asunto que pertenece "al orden constitucional interno" de España
BRUSELAS, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha salido al paso este miércoles de las posibles consecuencias del proceso soberanista en Cataluña sobre la candidatura que defiende Barcelona para acoger la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y ha asegurado que el referéndum de independencia no forma parte de los criterios técnicos en base a los cuales se decidirá el traslado.
"Los criterios para acoger las sedes de las dos agencias (EMA y la Autoridad Bancaria Europea) son bien conocidos, y no recuerdo que esa sea uno de ellos", ha zanjado un portavoz comunitario al ser preguntado por el impacto del movimiento independentista en Cataluña.
"Lo más importante es que las agencias puedan seguir con las operaciones que tienen en Reino Unido en su nueva sede", ha recalcado el portavoz, Alexander Winterstein.
Sobre el anuncio del referéndum, el portavoz comunitario se ha limitado a repetir la línea habitual del Ejecutivo comunitario respecto a que es un asunto que pertenece "al orden constitucional interno" de España sobre el que Bruselas "no tiene nada que decir".
Los líderes de la Unión Europea validaron en su última cumbre los seis requisitos "técnicos y objetivos" por los que se evaluará la calidad de las candidatas a acoger las agencias europeas que deben abandonar Reino Unido como consecuencia del 'Brexit'.
Los criterios para la selección van desde garantizar una mudanza "suave", que no afecte a la operatividad de las agencias, hasta las conexiones aéreas e infraestructuras hoteleras y oferta educativa, pasando por el equilibrio geográfico.
A falta de que se cumpla el plazo a finales de julio para formalizar las candidaturas, al menos 21 países han mostrado su interés por albergar una de las dos sedes.
Barcelona, candidatura defendida por España y que ya quedó en segundo lugar cuando en 1992 se adjudicó la EMA a Reino Unido, deberá hacer frente a aspirantes de la talla de Viena, Dublín, Copenhague, Milán, Ámsterdam o Bratislava.
Aunque la decisión definitiva la tomarán los Estados miembros en el mes de noviembre, deberán tener en cuenta la evaluación que haga la Comisión Europea sobre el grado de cumplimiento de los criterios por cada ciudad aspirante, que deberán debatir a nivel político en octubre.
Otras fuentes comunitarias consultadas avisan de que "no compete" a Bruselas "evaluar el grado de estabilidad política" en los Estados miembros que presentan candidatas, aunque ven plausible que aspirantes rivales traten de presentarlo como argumento en contra.