MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, consideró este sábado "un tanto extravagante" que el imputado por la trama Gürtel Francisco Correa haya puesto una querella al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, aunque confió en que al final se hará justicia y el propio proceso hará que "cada uno se vea en su lugar".
Así lo puso de manifiesto Caamaño en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, donde admitió que asuntos como éste "levantan mucho ruido mediático", aunque resaltó que el juez dispone de una presunción de inocencia que "hay que respetar". "La justicia demostrará su independencia si la dejamos trabajar", indicó.
Sobre si el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acabará finalmente suspendiendo a Garzón, Caamaño se limitó a decir que ésa es una decisión que corresponde sólo al CGPJ y que él, como ministro de Justicia, no interferirá en la misma.
Preguntado por la posibilidad de que en España se apruebe algún día la cadena perpetua, el ministro celebró que la Constitución impida una condena de este tipo porque, a su parecer, un Estado de Derecho se basa sobre una "pieza de bóveda": el respeto a la dignidad del ser humano.
En este sentido, recordó que en la Constitución no cabe la cadena perpetua porque el texto sostiene que las penas tienen que estar orientadas a la reinserción. "El Estado no es un vengador", subrayó, tras explicar que su función es "mirar al conjunto" y regular la convivencia "pacífica" de todos.
Sobre la propuesta que ha planteado el Partido Popular de crear la figura de prisión permanente revisable para algunos colectivos, Caamaño aseguró que ésta es una "absoluta incoherencia" porque defiende el cumplimiento íntegro de las penas y a la vez una cadena perpetua revisable que hace que, en muchos casos, las penas no superen los 20 años.
En cambio, se mostró partidario de tomar medidas de libertad vigilada si el delito ha sido muy grave porque es necesario garantizar el respeto a la víctima. "Desde el corazón, y en caliente, pediríamos penas terroríficas, lo entiendo", indicó, tras señalar que, desde la responsabilidad pública, hay que pensar que el Estado debe actuar pensando en los interés más amplios y los valores.
TOCAR "ALGÚN ASPECTO" DE LA LEY DEL MENOR.
Preguntado por la posibilidad de cambiar la ley del menor, el ministro subrayó que la ley es "relativamente reciente", que tuvo un "importante respaldo" parlamentario y que fue apoyado por todos los sectores que trabajan a diario con estos menores y que actualmente están "cómodos" con la el texto legislativo.
"Es verdad que hay algunos casos reprobables que todos conocemos, pero lo que hay que hacer es perfeccionar la aplicación de la ley actual", indicó Caamaño, quien admitió que, una vez hecha esa evaluación "serena", se puede proceder a tocar "algún aspecto" de la ley, pero no a criticarla. "Eso no es bueno", añadió.
Finalmente, Caamaño defendió el trabajo realizado para sentar las bases de una nueva justicia española, alabó la independencia que han demostrado los jueces españoles a la hora de trabajar y resaltó las reformas que está promoviendo el Departamento que dirige, como la reforma procesal, la penal o la ley de mediación y arbitraje.