El 12% tuvo dudas: un 16% vaciló entre PP y Ciudadanos, un 14% entre PSOE y Unidos Podemos, y un 12% entre los de Sánchez y Rivera
MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 17% de las personas que votaron en las elecciones generales del pasado 26 de junio decidió su voto en la semana anterior a la jornada electoral y un 10% de los que finalmente se quedaron en casa mantuvo hasta el último momento la duda de si ir a votar, según se desprende de la encuesta postelectoral dada a conocer este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Este estudio se basa en 6.175 entrevistas personales realizadas entre el 2 y el 21 de julio en 524 municipios de 50 provincias y tiene un margen de error de más/menos 1,3%.
La encuesta revela que tres de cada cuatro votantes (76,8%) ya tenían decidido qué papeleta cogerían antes incluso del inicio de la campaña electoral, mientras que un 5,7% tomó la decisión al comienzo de la misma, un 10,2% lo hizo durante la última semana y un 6,8% el mismo día de la votación.
Frente al 11,2% que desde el principio estuvo en la abstención, hubo un 12% que dudó entre varias opciones. La mayoría de quienes vacilaron lo hicieron entre el PP y Ciudadanos (16%), entre PSOE y Unidos Podemos (14%), entre los de Pedro Sánchez y Albert Rivera (12%) y, ya en menor, medida entre PP y PSOE (7%).
MÁS DEL 30% NO VOTÓ CONVENCIDO
Entre los que sí participaron en las elecciones, hubo un 31,7% que no lo hizo convencido. En concreto, el 22% votó con dudas, y el 9,7% lo hizo "porque se trataba de un mal menor". Eso sí el 67,3% de los electores depositaron su sobre con convicción.
El motivo fundamental por el que escogieron una determinada papeleta fue, por este orden, porque era la candidatura con la que más de identificaban, porque lo consideraban el partido "más capacitado para gobernar España", porque siempre les habían votado o para evitar que ganara otro.
Respecto a los abstencionistas, el 41,7% había decidido no votar antes del inicio de la campaña y el 29,4% siguió su tradición de no acercarse a la urna, pero hubo un 10,5% que dudó hasta la misma jornada electoral. Las principales causas para quedarse en casa fueron que ningún partido les inspiraba confianza, que estaban "hartos de política y elecciones" y que no había ninguna alternativa que les satisficiera.
LOS SONDEOS CASI NO INFLUYEN
El sondeo también pone de manifiesto que cerca del 60% de los entrevistados tuvo conocimiento de alguna encuesta preelectoral, pero que éstas sólo influyeron en la decisión del 8% de los electores, en su mayoría para reafirmarles en el voto que ya tenían decidido (35,5%) o para animarles a votar (31,7%).
El 81,7% asegura que no tuvo en cuenta estos estudios demoscópicos a la hora de elegir a qué candidatura daría su apoyo y el 10% confiesa que sólo les influyó un "poco".