Pero recalca que el Gobierno no sólo "no puede tirar la toalla" sino que tiene la "obligación compartida" de cumplir con la Constitución
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha criticado al PP por bloquear la renovación de los órganos constitucionales y por haber convertido la política en un "debate estéril continuo" una actitud que ha contrastado con la de los agentes sociales, que a su juicio han sido "los mejores interlocutores" en lo que va de legislatura.
En los Desayunos Informativos de Europa Press, la vicepresidenta ha hecho un balance de los tres años de Pedro Sánchez al frente del Gobierno, primero tras la moción de censura contra Mariano Rajoy y desde 2020 gobernando en coalición con Unidas Podemos.
ACUSACIONES DE GOBIERNO ILEGAL E ILEGÍTIMO
Según ha explicado, tras la moción de censura el Gobierno del PSOE se vio "sorprendido" con la "insólita respuesta" del PP de cuestionar la legalidad y legitimidad del instrumento de ese mecanismo constitucional, y acusando al Ejecutivo de "ilegítimo e ilegal". "Fue una sorpresa para el PSOE y de alguna manera apuntaba cómo se iba a comportar el primer partido de la oposición", ha comentado.
Y tras dos elecciones generales ganadas por el PSOE, ha continuado explicando, Pedro Sánchez "solo tenía un camino", que era "asumir la responsabilidad y tirar adelante" con un Gobierno de coalición, una fórmula que ya se había experimentado en numerosos municipios y comunidades autónomas.
A su juicio, en estos años España se ha enfrentado a "un discurso extremo que se dirige más al poder que a la política" que ha desembocado en "una suerte de combate continuo de la oposición contra el Gobierno", y con la oposición en "debates continuos sobre escaños buenos y escaños malos", y por tanto "entre españoles buenos y malos", en función de sus acuerdos del Gobierno.
A todo ello se unió la pandemia, que el Gobierno acometió con un estado de alarma porque, según ha precisado, no era un problema de orden público que sí habría requerido el estado de excepción, sino una emergencia sanitaria.
"POCA O NINGUNA AYUDA"
Carmen Calvo ha defendido la labor del Gobierno combatiendo la pandemia "a cada paso y cada día", aprobando leyes "con poca o ninguna ayuda", y poniendo en marcha un sistema de protección social con miles de millones de euros dedicados a avales, ERTEs y ayudas, lo que ha evidentemente elevó la deuda del país.
Y enfrente, ha insistido, una oposición que recurre cotidianamente ante el Tribunal Constitucional y que, al mismo tiempo, impide cumplir la Constitución bloqueando la renovación de órganos: "Nos encontramos con una suerte de absurdo paradójico de quienes reivindicaban la Constitución al mismo tiempo que la incumplen, incluso adjudicándose una suerte de veto que no existe para renovar los órganos", se ha lamentado.
De ese clima adverso exime a los agentes sociales, la patronal y los sindicatos, que en su opinión han sido "los mejores interlocutores" del Gobierno para llevar a cabo medidas frente a la crisis.
Aún con todo, la vicepresidenta y ministra de la Presidencia, Relaciones con las cortes y Memoria Democrática ha dicho que el Gobierno no sólo "no puede tirar la toalla" sino que tiene la "obligación compartida" de cumplir con la Constitución.
"No vamos a tirar la toalla, no podemos", ha dicho, y como prueba de ello ha recordado que el PSOE y Unidas Podemos ya promovieron una ley para regular las funciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con el mandato caducado.