BARCELONA, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha afirmado este viernes que la ciudadanía "se emociona podiendo votar y se indigna con las resoluciones del TC".
Lo ha dicho en un breve discurso en la Generalitat, en rueda de prensa junto a su antecesor Artur Mas, al que ha recibido poco antes junto a las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau --los tres acusados del juicio del 9N-- y al exconseller Francesc Homs --que será juzgado este mes por lo mismo--.
Para él, el 9N fue un hito democrático para enorgullecerse porque millones de personas sintieron la democracia mucho más cercana que el día que el TC emite una sentencia, y por eso ha invitado a preguntarse por qué la gente se emociona votando y se indigna con el TC, según él.
Ha añadido que se ha sentido juzgado y reconocido en las palabras de los acusados durante el juicio, y les ha agradecido que sigan defendiendo que 2,3 millones votaran el 9N: "El problema lo tiene el Estado, y no quien hace posible que vayan a votar".
CREE QUE EL ESTADO DESOBEDECE AL TC
Puigdemont considera que este juicio no abordaba si cumplir o no las resoluciones del TC, porque entonces el Gobierno central "debería haberse sentado mucho antes" en el banquillo por no cumplir sentencias del TC.
En cambio, "esta semana se ha juzgado el éxito del 9N", y asegura que el Estado no debe interpretar como un desafío que 2,3 millones de personas voten, y quien tiene un problema es ese Estado, no quien posibilita la votación.
Para él, el Estado pudo aprovechar ese gran número de votantes para "edificar soluciones sólidas", pero eligió cometer lo que él ha califido de inmenso error.