MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El líder del Partido Popular, Pablo Casado, preside este jueves la reunión de la Junta Directiva Nacional de la formación para refrendar los últimos cambios en el equipo directivo tras la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz 'popular' en el Congreso de los Diputados. Así, ratificará a Cuca Gamarra como relevo de Álvarez de Toledo, a Ana Pastor como nueva vicesecretaria de Política Social, y a José Luis Martínez-Almeida como portavoz nacional del partido.
La reunión está programada a las 12.00 horas y se celebrará de manera telemática dada la situación de la pandemia del coronavirus. Al término del acto, está prevista la comparecencia ante los medios de Pablo Casado, en su primera aparición pública tras conocerse que Álvarez de Toledo será relevada al frente de la portavocía del Grupo Popular en el Congreso.
El líder del PP dará explicaciones ante la prensa después de que la propia Álvarez de Toledo se despidiera de su puesto deslizando reproches y críticas al propio Casado y al secretario general del partido, Teodoro García Egea. "Considera que mi concepción de la libertad es incompatible con su autoridad y yo no lo comparto", reprochó la hasta ahora portavoz del PP en el Congreso a Pablo Casado.
Así, la Junta Directiva Nacional del PP, máximo órgano entre congresos, servirá para que Casado explique el nombramiento de Cuca Gamarra, hasta ahora vicesecretaria de Política Social del partido, como nueva portavoz del Grupo Popular en el Congreso.
Este movimiento también ha provocado más cambios dentro del equipo directivo del partido, ya que Gamarra será a su vez sustituida como vicesecretaria de Política Social por Ana Pastor, la vicepresidenta del Congreso que ya ejerció como portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Reconstrucción tras el coronavirus.
Además, el líder del PP decidió promocionar al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, otorgándole el puesto de portavoz nacional del Partido Popular. Casado informará a la Junta Directiva Nacional de esta nueva ocupación del primer edil de la capital.
DESPEDIDA DE ÁLVAREZ DE TOLEDO
Una vez conocida la decisión de Pablo Casado de relevar a Álvarez de Toledo, ésta convocó a los medios de comunicación en las puertas del Congreso para explicar su marcha. Así, calificó de "error" su destitución y reprochó a Casado no querer dar lo que denomina como "la batalla cultural" en temas como el feminismo radical o el uso partidista de la memoria histórica.
Álvarez de Toledo reveló que el presidente del partido le llamó a consultas a Madrid y que el mismo lunes le comunicó su "destitución", algo que consideraba "un error". "Lo lamento profundamente porque la considero perjudicial para el grupo popular, para el PP y para la causa que defendemos", aseguraba.
La hasta entonces portavoz 'popular' desgranó los argumentos que le había dado el presidente del partido y no ocultó que no los compartía porque los considera "desdichados". Además, señaló que no tiene una decisión tomada sobre si continuará como diputada en el Congreso y que ahora abre una reflexión para decidir si continuará con su acta de diputada en las filas populares.
El detonante de su relevo fue la entrevista que concedió este fin de semana en El País, donde apostó por un Gobierno de concentración entre PSOE y PP, calificó de error la marcha del Rey Juan Carlos y acusó a la dirección del partido de invadir las competencias del Grupo Popular por relevar al jefe de los asesores parlamentarios.
Según su relato, Casado le dijo que esa entrevista parecía un ataque a su autoridad, algo que la portavoz niega porque defiende la discrepancias: "Considera que mi concepción de la libertad es incompatible con su autoridad y yo no lo comparto", apuntó criticando además que, desde que llegó al cargo, desde la Secretaría general del PP han tratado de "restringir al mínimo" la autonomía del Grupo Popular.
La parlamentaria desgranó en su comparecencia los diversos motivos que le argumentó el líder popular para relevarla del cargo. El principal, según aseguró, es su insistencia en ofrecer un pacto para tratar de fraguar un gobierno de concentración de carácter constitucional entre el sector socialdemócrata y liberal para intentar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rompa la coalición "ultra y radical" de Gobierno, aspecto rechazado de forma insistente por el líder del PP.