MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha descartado este viernes la aplicación de la prisión permanente revisable para los delitos de rebelión y sedición, ya que considera que la pena en estos casos ya es suficientemente alta.
Según el Código Penal actual, el delito de rebelión se castiga con hasta 30 años de cárcel para los casos más graves, mientras que la sedición está penada con entre 10 y 15 años de prisión.
Aunque ha reconocido que otros países del entorno como Francia y Alemania contemplan la prisión permanente para esos delitos, Catalá ha explicado que la intención del Gobierno al ampliar los supuestos en los que se aplique esta pena es "endurecer el sistema penal español", pero sólo "en circunstancias muy singulares".
"Hemos incorporado un elemento tan sensato como quien comete un delito gravísimo. Los delitos de rebelión y sedición ya tienen una pena muy alta", ha manifestado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en el que se ha aprobado el proyecto de ley para ampliar la prisión permanente revisable. Según ha añadido, el Gobierno no quiere "abrir debates ni añadir más polémica".
En cuanto a la propuesta de prohibir los indultos del Ejecutivo a condenados por rebelión, sedición y traición, el ministro se ha limitado a afirmar que estos tres son delitos "muy graves" y que por tanto apoyan que nunca sean "objeto de indulto". "No creemos que haya que subir las penas, pero no deberían ser nunca objeto de indulto por el Gobierno", ha añadido.