MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) - SIGUE EN DIRECTO LA ÚLTIMA HORA SOBRE EL DESAFÍO INDEPENDENTISTA Prisión para Sànchez y Cuixart por "apelar a la resistencia" con el fin de evitar la aplicación de la ley El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha negado este martes que los líderes presidentes de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) y de Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente, en prisión condicional desde este lunes, sean presos políticos y vincula la decisión de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela a la "hipotética comisión de un delito". Asimismo, ha dicho que no cree que se deba promover la ilegalización de partidos independentistas porque sus programas sean "contrarios". Así lo ha manifestado durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en el que ha explicado las siete grandes líneas de trabajo que, en su opinión, son necesarias para hacer una reforma estructural de la Justicia. Al ser preguntado por la decisión que adoptó este lunes la magistrada Lamela de mandar a prisión a los líderes de las asociaciones soberanistas, el ministro ha apuntado que se les ha privado de libertad por la "hipotética comisión de un delito por impedir" que se llevase a cabo el mandato de un juez. En esta línea, ante las afirmaciones de algunos líderes independentistas, como el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que aseguró que Sánchez y Cuixart se han convertido en presos políticos, Catalá ha rechazado esta expresión y ha señalado que "no se puede hablar de presos políticos, podemos hablar de políticos presos". Además, ha recordado que ha habido otros investigados, como el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, a los que se les ha impuesto otro tipo de medidas cautelares como retirada del pasaporte, prohibición de salir del territorio nacional o comparecencias quincenales en un juzgado. Sobre el jefe del cuerpo policial autonómico ha dicho también que no le corresponde al Ministerio de Justicia mantener al frente de la institución que dirige, ya que es responsabilidad de la Generalitat de Cataluña y ha defendido su presunción de inocencia antes de tomar decisiones al respecto, al igual que lo ha hecho en otras ocasiones en relación a cargos políticos inmersos en un procedimiento judicial sobre corrupción. "En esta fase de investigación derivar consecuencias sería prematuro", ha añadido. Por otro lado, ha indicado que espera que en la protesta a la entrada en prisión de los presidente de ANC y Òmnium Cultural no se produzcan manifestaciones "con violencias": "Eso es muy preocupante, nunca hay que ponerse al lado de los que amenazan o coaccionan". Catalá ha aprovechado para enfatizar que en Cataluña, ante el desafío independentista, "hay miedo, incertidumbre" instaurado por aquellos que actúan "al margen de la ley" y ha subrayado que debido a esta situación las agencias de rating están emitiendo "algunas alertas de recesión, está habiendo fugas de empresas, cayendo las reservas hoteleras y la inversión". "Sólo cabe una manera de actuar: volver a la ley, al Estado de Derecho, practicar el diálogo, pero no exigiéndolo, en el marco de la legalidad" y en el Congreso de los Diputados que es "sede de nuestra democracia". Por último, al contrario que el presidente del PP catalán, Xavier Garcia Albiol, que se ha mostrado partidario de que, en caso de unas elecciones en Cataluña, se prohíban "los programas electorales que no se ajusten a la legalidad"; el ministro de Justicia ha aseverado que no se debe "promover la ilegalización de los partidos políticos" porque su programa sean contrarios porque la Constitución defiende la libertad de expresión y el movimiento político.