MADRID 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, cree que todavía es posible que Alemania extradite al expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, por delito de rebelión y confía en que la fiscalía alemana mantenga su posición, alineada en un principio con las tesis que defiende el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena.
En una entrevista con TVE recogida por Europa Press, Catalá ha recordado que la Fiscalía alemana "aceptó el planteamiento del Supremo tanto en la tipificación de los delitos como en la prisión provisional", de Puigdemont y ha dicho esperar que mantenga la misma línea, especialmente después de la reunión mantenida entre los fiscales españoles y los germanos en la que se les informó de la situación.
"Doy por supuesto que la fiscalía (alemana) va a mantener su posición, ahora va a tener más información, porque ha habido más tiempo para aportarle las pruebas. Confío en que el tribunal todavía pueda entender que lo que ha dicho el Supremo después de muchos meses de investigación tiene fundamento", ha añadido.
Además, en su opinión, el último auto que el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha girado a Alemania detallando la situación en Cataluña "está muy bien fundamentado" y da "una muy buena descripción de los hechos" y "los elementos de la alteración de la convivencia y las reglas de la democracia que justifica la situación procesal de algunas personas".
En cuanto a la posición del Gobierno de Angela Merkel, cree que la situación "se ha reconducido" después de la conversación que mantuvo con la ministra de Justicia de Alemania, Katarina Barley, "diez minutos" por teléfono en los que le explicó cuál es la situación después de que ella vertiese unas declaraciones --"Puigdemont será un hombre libre en un país libre"-- a su juicio "impropias".
"Le insistí en las generales del asunto: España es una democracia, hay separación de poderes, un proceso judicial con todas las garantías, una alteración de la convivencia y la comparación con qué pasaría si sucediera esto en Alemania, donde los partidos políticos que tienen como fin promover la independencia de una parte del territorio están prohibidos", ha detallado.
Catalá ha reconocido que las declaraciones de la ministra germana "hacían daño" porque "entraban en un tema muy complejo" y lo que dijo, podía "alterar las piezas tan importantes que están jugándose en esta partida, que son la Constitución, la unidad de España, la igualdad de los españoles, y no es para frivolizar".
El ministro español ha aclarado que pese a aquello, las relaciones con Alemania son "firmes y estables" y ha incidido en la posición del portavoz del Gobierno alemán: "Ha insistido en el respeto a nuestra democracia, a nuestra resolución de conflictos y a un tema interno en el que nadie tiene que venir a decirnos los que tenemos que hacer", ha apostillado.