MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El mulá talibán Qwasedin, al que se cree autor intelectual del asesinato de los dos guardias civiles y su traductor en la antigua base española en Qala-i-Now el pasado 25 de agosto, no murió en la operación lanzada esta semana por fuerzas afganas y de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF) como se creyó en un principio.
"No se encontraba entre los fallecidos", ha confirmado a Europa Press el portavoz de ISAF, capitán James Judge, quien no ha dado más detalles de la investigación sobre el resultado del ataque con bombardeo lanzado contra el mulá este martes en un distrito de Herat, provincia en el oeste del país donde están estacionadas parte de las tropas del contingente español.
Por su parte, el portavoz de gobernador de Herat, Naqib Arwen, también ha confirmado a Europa Press que "el mulá Qawsedin no ha muerto" en la operación, impulsada por efectivos de la Policía Nacional afgana, con apoyo de tropas estadounidenses e italianas de ISAF, incluido apoyo aéreo. "Ha escapado y ha hecho declaraciones a los medios diciendo que está bien y que han muerto dos miembros talibán", ha precisado el portavoz.
En cambio, el portavoz de las autoridades de Herat ha confirmado que en el ataque, lanzado en el distrito heratí de Aufhkqohna el pasado martes, "ha muerto el mulá Zabeihulla con otros dos" insurgentes.
Aunque ayer la ministra de Defensa, Carme Chacón, aseguró desde Bruselas que el Gobierno no tiene confirmada la información de ISAF, precisó que "la operación sigue abierta tratando de llegar hasta el propio mulá".
OPERACIÓN CONJUNTA
La ISAF informó este miércoles en un comunicado de que fuerzas de seguridad afgana, en cooperación con tropas aliadas, habían lanzado una operación contra "un destacado líder talibán" en la que habían muerto "varios insurgentes".
En su nota, la ISAF no identificaba por su nombre a este dirigente talibán, pero precisa que es responsable de "ataques contra las fuerzas afganas y de la coalición, así como operaciones de secuestro". Igualmente, añade que fue "presuntamente quien planeó y dirigió la reciente emboscada en la que murieron dos soldados españoles".
Según el comunicado, fuerzas de inteligencia detectaron a un grupo de insurgentes armados mientras viajaban por una zona desierta del distrito de Obeh. Al intentar despejar la zona, los insurgentes abrieron fuego contra fuerzas de seguridad afgana, que respondieron a los disparos y abatieron a los talibán.
Una vez se garantizó la seguridad de la zona, la fuerza conjunta nacional y de la ISAF recuperó varias armas automáticas y munición para lanzagranadas, así como un cinturón con explosivos para ser utilizado en un atentado suicida.
OBJETIVO, EL MULÁ QWASEDIN
Al mulá Qawsedin se le atribuye la autoría intelectual del atentado del pasado mes de agosto, en el que murieron el capitán José María Galera Córdoba y el alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo, así como su intérprete, el iraní nacionalizado español Ataollah Taefik, de 54 años. Además, los servicios secretos españoles sostienen que el mulá Qwasedin mantiene vínculos familiares con el autor del asesinato de los españoles y su traductor, Ghulam Sakhi, de 26 años, que fue a su vez abatido por compañeros de los españoles, minutos después del ataque del pasado 25 de agosto.
Esta operación se produce después de que la ISAF, en una misión conjunta con la Inteligencia española, detuviera a diez personas relacionadas con este atentado. Los primeros cuatro arrestos fueron anunciados por el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 15 de septiembre, durante su comparecencia en el Congreso para dar cuenta de la marcha de la misión en Afganistán.
Días después, el Ministerio de Defensa comunicó la detención de otras seis personas cerca de la localidad afgana de Muqr. Entre ellos estaba el mulá Sadiqullah, el 'número dos' y hombre de confianza del mulá Qawsedin.
Precisamente el martes, Chacón confirmó la cesión formal a las autoridades afganas de los terrenos donde se situaba esta antigua base, en la provincia de Bagdhis, durante una videoconferencia con el general Luis Martínez Trascasa, responsable de la base española 'General Urrutia'.