Asegura que el patriarca "mandaba para absolutamente todo": "Todo lo hacía José María"
MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Víctor de la Cruz, que fue chófer del fallecido empresario José María Ruiz-Mateos, ha asegurado este lunes en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional por la presunta estafa de Nueva Rumasa que sus hijos eran "sumisos y obedientes" y que la familia era como una secta en la que el patriarca era "el único que organizaba y diseñaba todas las estrategias financieras y sociales".
El testigo se ha expresado así a preguntas de la Fiscalía Anticorrupción, que pide para los seis hijos varones de Ruiz-Mateos penas de 16 años de cárcel por delitos de estafa, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes. El Ministerio Público pide para los otros nueve acusados, directivos del grupo, condenas de entre 3 años y 15 y años y seis meses de prisión.
De la Cruz ha incidido en la importancia de la figura del empresario y en su liderazgo, asegurando que "el que mandaba era él, para absolutamente todo". "Incluso en el Rayo Vallecano, que no tenía ni idea de fútbol, pues también había que darle información de las cosas que ocurrían, de los fichajes y demás", ha explicado.
El chófer, que ha dicho que desconoce con quien consultaba esas decisiones, ha dejado claro que si "se fichaba un entrenador o se fichaba un secretario técnico o un jugador" era "según decidía José María Ruiz-Mateos".
En este punto, la defensa de los hijos acusados del empresario le ha preguntado si el padre fue el creador intelectual de la emisión de pagarés. "Todo lo hacía José María. No tenga ni la más mínima duda", ha respondido.
EL "ARTÍFICE DE TODO"
Así, el chófer ha explicado que durante los años que trabajó para él viajaron juntos porque realizaron "muchas campañas políticas juntos". "Asistimos a muchos encuentros en el mundo del futbol y desde el año 90 creo que era del 2% de habitantes que tenían teléfono. Ruiz Mateos lo gestionaba todo desde el coche. No tengo absolutamente ninguna duda de que el artífice de que todo lo que se ha hecho es José María Ruiz-Mateos", ha apostillado.
A pesar de que su relación personal con el patriarca finalizase en 2005, el testigo se ha referido a los hechos por los que la Fiscalía acusa a sus hijos. "Han sido sumisos y obedientes como lo hemos sido todos los que trabajamos con José María. Yo las relaciones domésticas no las conozco, pero lo que sí conocía muy bien es el perfil del jefe, y era el único, el único que organizaba, diseñaba y marcaba todas las estrategias financieras y sociales", ha señalado.
La versión del chófer viene a corroborar la de los seis hijos de Ruiz-Mateos que, en su declaración como acusados, señalaron a su padre como el "dueño absoluto" de Nueva Rumasa, responsabilizándole de todas las decisiones que se tomaban.
En su escrito de acusación, la Fiscalía sostiene que el padre, sus seis hijos y los otros nueve acusados "venían trabajando durante años colectivamente en el ámbito de dirección de un complejo entramado societario conocido públicamente como Grupo Nueva Rumasa, denominación e imagen que utilizaban recurrentemente en su publicidad con el fin de presentarlo ante la opinión pública como un sólido holding empresarial".
"Aunque todos ellos desempeñaban su trabajo bajo la dirección última de José María Ruiz Mateos, cada uno de los acusados ejercía en sus respectivos ámbitos de actuación un poder de decisión propio cuyas consecuencias eran recíprocamente aceptadas por todos", asegura Anticorrupción.