Dice que el objetivo de la Policía era evitar enfrentamientos entre monárquicos y republicanos
MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha calificado de "impecable" la actuación de la Policía el pasado jueves durante los actos por la proclamación de Felipe VI como Rey y ha afirmado que no se detuvo a ninguna persona en Madrid por llevar un símbolo republicano.
En declaraciones a La Sexta Noche, Cifuentes ha explicado que se trataba de un acontecimiento histórico y por eso fue necesario aplicar "ciertos protocolos de seguridad". "La orden que tenía la Policía era garantizar la seguridad ciudadana y el orden público", y su actuación, que "evitó incidentes en una jornada complicada", fue "impecable", ha añadido.
La Policía Nacional detuvo el jueves a siete personas, que fueron puestas en libertad con cargos al día siguiente, por resistencia a la autoridad y desobediencia tras intentar saltarse el cordón policial establecido en las inmediaciones de la Puerta del Sol.
La delegada del Gobierno ha recalcado que "no se detuvo a nadie por llevar un símbolo republicano" y ha precisado que una de las personas detenidas lo fue "por agredir a una persona que estaba en un grupo de monárquicos".
LA COORDINADORA 25-S QUERÍA "PROVOCAR"
La Coordinadora 25-S había convocado para ese día una concentración en la Puerta del Sol a favor de la República que no había sido comunicada. Al respecto, Cifuentes ha dicho que este colectivo "había tomado el acuerdo de intentar boicotear la jornada" y, con ese fin, "acudir en determinados grupos con símbolos republicanos para provocar".
"Les ofrecimos que se podían manifestar ese día en cualquier otra zona de la ciudad", pero "querían reventar y provocar incidentes entre quienes aclamaban a los Reyes", ha señalado la delegada del Gobierno, que considera que tenía "toda la lógica" evitar que esos manifestantes estuvieran en el recorrido de don Felipe y doña Letizia para "no juntar" a dos grupos contrarios.
Según ha indicado, la actuación de la Policía estaba encaminada a "evitar enfrentamientos entre monárquicos y republicanos", que, de haberse producido, habrían tenido un efecto "muy negativo para la imagen de España".
"Permitir cualquier manifestación por esa zona, por cualquier motivo, constituía un problema de seguridad", y "había que tener en cuenta muchos riesgos, no solo de la Casa Real", ha agregado.