Los candidatos expondrán su currículo el 11 de septiembre y el CGPJ decidirá una semana después
MADRID, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) afrontará a la vuelta de las vacaciones un nombramiento clave como es la presidencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Dos magistrados conservadores, Manuel Marchena y Miguel Colmenero, y uno progresista, el ex fiscal general Cándido Conde-Pumpido, aspiran a dirigir la sala que, además, investiga y juzga a los 'aforados', según informaron a Europa Press fuentes de este órgano.
Los candidatos expondrán el 11 de septiembre sus currículos y sus planes para presidir la Sala Segunda ante la Comisión Permanente, en funciones de calificación. Esta vista será pública y servirá para que los vocales conozcan su tiempo de servicio activo, sus destinos en el área de lo penal o las resoluciones de especial relevancia jurídica y significativa calidad que han dictado.
Eso sí, los magistrados tendrán también que dar cuenta de sus dotes de dirección, coordinación y gestión de medios materiales y humanos, así como del conocimiento que tienen de la sede que aspiran a presidir y del programa van a desarrollar.
SAAVEDRA, PRESENTE EN LA APERTURA DEL AÑO JUDICIAL
El Pleno del Consejo del Poder Judicial elegirá una semana después, el 18 de septiembre, a la persona que sustituirá al actual presidente de la Sala de lo Penal, Juan Saavedra. Este tendrá la oportunidad de participar en un acto significativo como es la apertura del año judicial que tendrá lugar el día 10, justo antes de jubilarse.
Según las fuentes consultadas, los ocho vocales elegidos a propuesta del PSOE e Izquierda Unida podrían votar a favor de Conde-Pumido, con lo que el bloque formado por diez consejeros propuestos por el PP tendría que optar por fracturarse o dar un amplio respaldo a uno de los otros dos candidatos.
Los consejeros sugeridos por los nacionalistas, Mercé Pigem por CiU y Enrique Lucas Murillo por el PNV, podrían tener un papel decisivo e inclinar la balanza.
La presidencia de la Sala de lo Penal del Supremo, que se encarga de analizar todos los recursos sobre delitos y examinar las causas contra personas 'aforadas', tiene cinco años de duración. A Conde-Pumpido le quedan cinco años para jubilarse, mientras que Colmenero lo haría dentro de siete y Marchena podría ser renovado al tener por delante 15 años.
Muchos nombramientos en el actual Consejo no se han debido a criterios ideológicos y conservadores y progresistas han votado indistintamente por unos u otros cargos. Sin embargo, en la elección de este puesto de tanta relevancia sí podría tener un mayor peso la ideología teniendo en cuenta que todos los candidatos reúnen sobrados méritos para ostentarlo.
DE CARDENAL A GALLARDÓN
Colmenero y Marchena proceden de la Carrera Fiscal. El primero fue presidente de la conservadora Asociación de Fiscales y el segundo fue el fiscal de Sala más joven de la historia del Ministerio Público, 'número tres' de la Fiscalía General del Estado con Jesús Cardenal, en tiempos del Gobierno Aznar, y últimamente formó parte de una ponencia para asesorar al ministro Alberto Ruiz Gallardón en el intento de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Conde-Pumpido, perteneciente a una larga familia de juristas, se reincorporó como magistrado a la Sala Segunda del Supremo tras cesar como fiscal general del Estado, cargo en el que permaneció desde abril de 2004 hasta diciembre de 2011. Fue portavoz de Jueces para la Democracia y presidente de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos o de la Red de Fiscales Generales de los Tribunales Supremos de la Unión Europea.