El Congreso crea mañana la subcomisión que revisará la Ley Electoral

Implantar listas cremallera, incrementar a 400 el número de diputados o acabar con el voto 'rogado', algunas propuestas de la oposición

MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -

La subcomisión del Congreso que estudiará cambios en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) arrancará el próximo miércoles, cuando quede formalmente constituido este órgano tras la designación de los diputados que llevarán a cabo ese trabajo.

La última gran modificación del sistema electoral data de 2011, cuando se introdujo, entre otros aspectos, el cuestionado voto 'rogado' para emigrantes del que ahora reniegan hasta los partidos que lo promovieron.

El Pleno de la Cámara dio el pasado 30 de marzo luz verde a la creación de esta subcomisión, que tendrá por objeto analizar propuestas para mejorar la proporcionalidad del sistema, el desbloqueo de las listas electorales, el fin del sistema del voto rogado para los españoles residentes en el extranjero y las 'listas cremallera' para consagrar la igualdad.

Asimismo, estudiará medidas para fomentar el voto electrónico, quitar obstáculos al voto de personas con discapacidad, regular los debates electorales o abrir la puerta a la posibilidad de que se pueda votar a partir de los 16 años.

NO HABRÁ UN MARCO CERRADO

No obstante, los grupos parlamentarios acordaron en la Comisión Constitucional no fijar un marco cerrado con los temas que se debatirán en esa subcomisión que, tras un análisis técnico y un debate político, deberá alumbrar propuestas en un plazo de seis meses.

De momento, el próximo miércoles se constituirá la citada subcomisión eligiendo a los diputados que formarán parte de la misma, una sesión en la que el presidente de la Comisión Constitucional, Jesús Posada, espera que los grupos tengan definido el listado de expertos que pretenden que desfilen por este órgano, así como el plan de trabajo.

Ciudadanos, que teme que PP y PSOE vuelvan a ponerse de acuerdo una vez más para que "no cambie nada", según comentó a Europa Press su secretario general, José Manuel Villegas, acudirá, sin embargo, a la subcomisión con idea de implantar listas abiertas y desbloqueadas, mejorar la proporcionalidad de los votos y acabar con el voto rogado.

Éstas también son algunas de las demandas por las que aboga el PSOE, que, por su parte, también plantea la necesidad de incluir en una hipotética reforma electoral las listas 'cremallera' (hombre-mujer) para consagrar la igualdad, por hacer posible el voto de las personas con discapacidad o por regular los debates electorales.

Unidos Podemos apuesta, entre otras medidas, por aumentar el número de diputados a elegir --de 350 a 400--, cambiar el sistema de reparto, jubilando la fórmula de D'Hont, con el fin de aumentar la proporcionalidad.

El PP, que ha encargado esta tarea a sus dos principales expertos electorales y ponentes de la anterior reforma, José Antonio Bermúdez de Castro y Juan Carlos Vera, hará hincapié en su empeño por asegurar la Alcaldía al candidato de la formación más votada, mientras que ERC quiere extender el derecho al voto a los 16 años, bajar de dos a uno el mínimo de diputados por provincia y suprimir la jornada de reflexión.

EN 2016, RETOQUE PARA CASOS DE REPETICIÓN DE ELECCIONES

La última reforma puntual de la LOREG es de octubre de 2016, cuando el Congreso aprobó una proposición de ley para reducir el periodo electoral en estos casos de repetición de comicios (artículo 99 de la Constitución).

Aquella iniciativa llegó al Congreso de la mano del PP después de que la fecha elegida por el presidente Mariano Rajoy, entonces candidato del PP a la reelección, para su primer debate de investidura obligaba a tener que votar en Navidad al cumplirse dos meses sin presidente.

En esta reforma 'exprés' de la LOREG también salieron adelante las enmiendas que el PP, el PSOE y Ciudadanos presentaron conjuntamente para reducir un 30% las subvenciones electorales y un 50% el tope de gasto disponible para cada partido en los casos en los que haya que repetir las elecciones por falta de acuerdo para una investidura.