El Congreso no examinará las actividades privadas de sus diputados en caso de elecciones

MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Comisión del Estatuto del Diputado del Congreso volverá a reunirse este miércoles, pero aún sin previsión de aprobar su primer informe de la legislatura sobre las actividades privadas declaradas por sus señorías, con lo que, si finalmente hay elecciones anticipadas, la legislatura se clausurará sin que la Cámara se haya pronunciado sobre las eventuales incompatibilidades de sus miembros.

Según han avanzado a Europa Press fuentes parlamentarias, aún quedan media docena de diputados que no han cumplimentado correctamente la documentación sobre sus labores extraparlamentarias, lo que dificulta la aprobación de ese primer informe que, en todo caso, debería pasar después por el Pleno del Congreso.

La Cámara tiene programada una sesión plenaria para la próxima semana que podría ser la última de la legislatura si, como todo parece indicar, las Cortes de disuelven el próximo 3 de mayo ante la incapacidad de los partidos de sellar un acuerdo para nombrar un nuevo presidente del Gobierno.

Así las cosas, si la Comisión del Estatuto del Diputado pospone la autorización o no de las compatibilidades solicitadas por sus señorías y hay adelanto electoral, la XI Legislatura finalizará sin que los diputados hayan obtenido aval para sus actividades privadas y sin que se haga pública la información sobre las tareas declaradas por cada uno de ellos.

LOS MIEMBROS DE LA DIPUTACIÓN PERMANENTE, SIN CONTROL

La mayoría de los 350 diputados dejarían de serlo con la disolución, pero los 120 que integran la Diputación Permanente mantendrían su escaño hasta la constitución del nuevo Congreso que tendría lugar en julio. Es decir, hasta entonces podrían 'trabajar' al margen de la Cámara sin control alguno sobre incompatibilidades.

Al inicio de cada legislatura, todos los diputados tienen que rellenar un formulario en el que deben especificar todos los cargos públicos que ostentan, sus actividades privadas por cuenta propia o ajena, los ingresos que puedan percibir con cargo al sector público o cualquier otra tarea retribuida que realicen.

Los servicios jurídicos de la Cámara han ido analizando desde el pasado mes de enero toda esta documentación pidiendo aclaraciones a un centenar de parlamentarios con el fin de que la Comisión del Estatuto del Diputado pueda decidir si permite o no compatibilizar esas actividades con el trabajo parlamentario.

La mayoría de los diputados a los que se les pidió más datos sobre sus actividades, entre los que se encontraba el exdiputado del PP y ahora miembro del Grupo Mixto Pedro Gómez de la Serna, ya resolvió las dudas planteadas por el Congreso o han procedido a renunciar a las tareas que son incompatibles con sus escaños, si bien queda media docena por aclarar su situación.

¿DEDICACIÓN EXCLUSIVA?

Según la ley electoral, los diputados y senadores ejercerán sus cargos en régimen de dedicación exclusiva, no pudiendo desempeñar ninguna actividad pública o privada ni percibir retribución alguna con cargo a los presupuestos públicos, aunque permite excepciones si son autorizadas por la Cámara.

De hecho, es frecuente que se permita a los parlamentarios ejercer la abogacía, impartir clases o cursos, ocupar cargos municipales y participar en sociedades. El PSOE de Pedro de Sánchez prometió que sus diputados tendría dedicación exclusiva y sólo podrían compatibilizar el escaño con la docencia y con la participación en tertulias entiendo éstas como una parte más de su labor parlamentaria. Pero, eso sí, en ambos casos sin cobrar.

El reciente acuerdo de investidura suscrito por PSOE y Ciudadanos también contempla el compromiso por la dedicación exclusiva de diputados y senadores, así como por reforzar la transparencia en las declaraciones de actividades y bienes, dotando a la Comisión del Estatuto del Diputado de la capacidad de comprobar de la veracidad de los datos ofrecidos por su señorías.