El autor ya inmortalizó a Luisa Fernanda Rudi y cuenta con otras dos obras en la Cámara Baja
MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Congreso acaba de formalizar el contrato con el pintor Hernán Cortes Moreno, al que se van a abonar 76.450 euros, por el retrato de la diputada del PP Ana Pastor con el que se recordará su paso por la Presidencia de la Cámara Baja, que ocupó entre 2016 y 2019. La previsión es que el cuadro, el segundo de una mujer en la Galería de Presidentes, se cuelgue el próximo mes de febrero, según han avanzado a Europa Press fuentes parlamentarias.
En concreto, el contrato se ha cerrado por un importe de 69.500 euros que, con los impuestos se quedarán en los citados 76.450 euros, y tiene un plazo de ejecución de tres meses.
Esta la cuarta obra de Hernán Cortes que se cuelgue en el Congreso y la segunda que formará parte de la llamada Galería de Presidentes, donde están los retratos de todas las personas que han ejercido esta responsabilidad desde las Cortes de Cádiz. Y es que la primera mujer al frente de la institución, la también 'popular' Luisa Fernanda Rudi, también encargó a Cortés la tarea de inmortalizarla como presidenta.
LOS PADRES DE LA CONSTITUCIÓN
Además, el pintor gaditano es el autor del políptico con el que se recuerda a los siete 'padres' de la Constitución en la Sala Constitucional del Congreso y también del retrato de Felipe VI que preside el Salón de Ministros, donde mantiene sus reuniones la Mesa de la Cámara.
Durante la presentación de aquella obra en mayo de 2019, Hernán Cortes bromeó con el hecho de que el Congreso se ha convertido ya en su "segunda casa" por la cantidad de obras suyas que atesora la institución.
Según constaba en los pliegos aprobados en su día por la Mesa del Congreso el cuadro se abonará con cargo al fondo de remanentes de la Cámara, que a fecha de 31 de marzo de 2022, cierre del ejercicio 2021, tenía una cuantía de 108,24 millones de euros.
Debido a la singularidad del objeto del contrato, que tiene por objeto la creación o adquisición de una obra de arte, sólo puede encomendarse a un artista concreto, mediante un procedimiento negociado sin publicidad, por lo que el único criterio de valoración será la oferta económica, que es evaluable mediante fórmulas.
La Cámara sostiene que los 76.450 euros que costará la obra se ajustan al precio de mercado de retratos de artistas de dimensiones similares y a lo que se ha venido pagando en los últimos 15 años por los que se hicieron a anteriores presidentes.
LOS DOS MÁS BARATOS, REALIZADOS POR AUTORAS
El retrato de los presidentes más barato de los colgados en los últimos años es del socialista Patxi López, quien presidió la Cámara los cinco meses que duró la legislatura fallida que siguió a las generales de diciembre de 2015. Su autora es la ilustradora y música Elisa Pérez Ruiz y costó 10.300 euros, IVA incluido, 5.000 euros menos de los inicialmente presupuestados.
El segundo más barato también lleva la firma de una mujer, la prestigiosa fotógrafa Cristina García Rodero, que fue elegida para esta labor por el socialista ya fallecido Manuel Marín, que presidió la Cámara entre 2000 y 2004. Es la única fotografía que cuelga en esta galería y costó 24.780 euros.
El antecesor de López, el 'popular' Jesús Posada, que presidió la Cámara durante la legislatura de la mayoría absoluta de Mariano Rajoy, destapó su cuadro en septiembre de 2017. Se trata de una obra del pintor Ricardo Sanz López, que costó 66.000 euros.
EL MÁS CARO, EL DE BONO
El cuadro más caro de los últimos años fue el del socialista José Bono --82.600 euros--, un retrato pintado por el madrileño Bernardo Pérez Torrens que se colgó en julio de 2015 ante la presencia del homenajeado y de Posada, pero sin medios de comunicación.
Los retratos de Bono y Marín fueron presupuestados el mismo día por la Mesa del Congreso y su precio generó polémica puesto que España estaba inmersa en plena crisis económica. El tema dio hasta para un debate parlamentario.
Fue en la Comisión de Cultura del Congreso donde el entonces grupo de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) pactó una proposición no de ley con el PSOE para instar al Gobierno a implantar "otros métodos de elaboración" de los retratos oficiales que resultasen "menos onerosos para el Estado" y apostaba, en concreto, por extender el uso de fotografías. La iniciativa fue rechazada por el PP, que entonces contaba con mayoría absoluta.