Santamaría acusa a los socialistas de hacerse oposición a sí mismos con el CETA y les avisa de que pueden convertirse en irrelevantes
MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El pleno del Congreso de los Diputados ha ratificado este jueves el Tratado comercial UE-Canadá (conocido como CETA), con los votos a favor de PP, Ciudadanos, PNV, PDeCAT, Coalición Canaria, Foro y UPN, que han logrado 179 'síes' frente a los 79 'noes' (Unidos Podemos, Compromís, EH Bildu, ERC y Nueva Canarias) y las 81 abstenciones socialistas.
El texto, que ahora debe pasar el visto bueno del Senado --donde el PP tiene mayoría absoluta-- ha salido así adelante en la Cámara Baja pese a que el PSOE de Pedro Sánchez decidió cambiar el voto favorable que había mantenido hasta ahora por una abstención. En la votación han participado 339 diputados.
Pese a que el apoyo al CETA estaba asegurado gracias al respaldo de Ciudadanos, PNV, PDeCAT y CC, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha aprovechado el debate de este jueves en el pleno para acusar al PSOE de "hacerse oposición a sí mismo" por haber cambiado su postura y advertirle de de que cuando un partido no se define "en lo imprescindible" acaba convirtiéndose en "irrelevante".
Además, ha recordado al PSOE que es un Tratado que no ha cambiado desde que se negoció. "Lo único que ha cambiado es la posición de algunos, que en su afán por liderar la oposición no dudan en hacerse oposición a sí mismos", ha añadido.
Santamaría también ha recordado a los socialistas que "la UE nació como antídoto al extremismo" y por tanto le ha pedido que no permita que "las ideas más extremas acaben con la idea de Europa".
A su modo de ver, el PSOE tendrá que explicarse ante sus votantes, porque se presentó a la elecciones con un "programa europeista" y porque "no hay nada menos progresista que votar contra el progreso y votar contra la esencia misma de Europa".
ESPAÑA SE BENEFICIA DE LA APERTURA
Y es que, además de recordar que España es un país que se beneficia de la apertura comercial, ha recalcado que el CETA es "un avance" en el proyecto europeo y un "paso adelante hacia la creación de un espacio de reglas de ámbito internacional", con un socio con el que la UE comparte valores y principios democráticos.
Por eso, ha defendido que apostar por el CETA es apostar por crecimiento y creación de empleo, y por un modelo de globalización equilibrado y con reglas justas, y le ha dicho al PSOE de que "no se puede ser equidistante entre más Europa y más populismo".
El portavoz del PP, José Ramón García Hernandez, ha ido más allá y ha acusado al PSOE de "veleta" y le ha emplazado a no "hacerle el favor a Podemos" de dividir a los demás "como hicieron en Venezuela". "No les sirvan en bandeja de plata no sea que sea demasiado tarde como lo es hoy en Caracas", ha dicho. A su juicio, Sánchez quiere hacer pagar a los españoles "un precio excesivo por sus ansias de ser presidente del Gobierno".
La posición del PSOE la ha defendido el nuevo adjunto del Grupo Socialista Pere Joan Pons, quien ha justificado la decisión de abstenerse como un "toque de atención" porque considera que si Europa pretende "refundarse" tiene que empezar por revisar sus tratados comerciales para "humanizar el comercio internacional" y apostar por una globalización más justa.
Es más, ha pedido a los defensores del Tratado que, en lugar de hacer "discursos autocomplacientes", escuchen a los ciudadanos y vean lo que están votando. A su modo de ver, en Europa muchos ciudadanos sienten "un déficit de dignidad" que "ha mutado en insurrección global", en Estados Unidos con Donald Trump y en Europa con el 'Brexit' y con los partidos xenófobos. "¿Es que no ha pasado nada en estos años?", se ha preguntado.
EL PSOE PROPONDRÁ UNA COMISIÓN DE ESTUDIOS
Pons ha recalcado que tanto los sindicatos europeos como los canadienses consideran el CETA una "amenaza" y ha avanzado que el PSOE propondrá crear una comisión de estudio para debatir con los agentes sociales el impacto de los tratados comerciales.
Al PSOE le ha interpelado también Unidos Podemos, cuyo portavoz de Exteriores, Pablo Bustinduy, le ha pedido que se sume a su grupo en el Senado, donde volverán a pedir el control de constitucionalidad, que reclamarán el informe preceptivo del CGPJ y lo recurrirán al Tribunal Constitucional cuando esté aprobado. Bustinduy le ha dicho a la nueva portavoz socialista, la magistrada en excedencia Margarita Robles, que ella que es una "reputada jurista" que si lo lee en detalle estará de acuerdo con la inconstucionalidad del Tratado.
Bustinduy ha subrayado que el Tratado lo apoyan "la gran patronal europea, los lobbies financieros" y el PP y Ciudadanos, y lo rechazan los sindicatos y las organizaciones de productores. "Con esto votan ustedes otro artículo 135, legislan contra la soberanía popular y contra los intereses de su pueblo", ha dicho, dirigiéndose también a los nacionalistas de PNV y PDeCAT.
NACIONALISTAS Y SOBERANÍA
A los nacionalistas se ha dirigido también el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que ha afeado al PDeCAT que apoye un Tratado de libre comercio mientras ellos quieren poner "fronteras y aranceles", y ha ironizado con que ERC haya defendido la soberanía española en su rechazo al Tratado.
Rivera ha defendido el fondo del Tratado recalcando que precisamente a quien beneficia es a las pymes, para que "puedan ser más fuertes". "Quien tiene miedo a competir es quien no cree en sí mismo, en su país, en sus empresas y en su capital humano", ha dicho, añadiendo que más bien "si alguien tiene que tener miedo es quien compite con España".
El líder de Ciudadanos se ha felicitado de que, en esta ocasión, la llave esté en manos de su partido y no del PSOE porque, con su cambio de posición, "España protagonizaría hoy un ridículo espantoso al votar sí al CETA en el Parlamento Europeo y tumbarlo en el nacional".
Rivera, igual que el portavoz del PNV, Aitor Esteban, y el del PDeCAT, Carles Campuzano, ha remarcado que Canadá es un país con estándares parecidos a los europeos. Es más, ha opinado que "ojalá" el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, fuese como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, "y defendiera las políticas medioambientales que él defiende".