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BARCELONA, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Círculo de Economía, Antón Costas, cree que detrás de las personas que han formulado las dos preguntas de la consulta soberanista de Cataluña para el 9 de noviembre de 2014 hay "una invitación a hablar y a buscar salidas".
En una entrevista de Europa Press, ha afirmado: "Esa pregunta se podía haber hecho de manera más provocadora, y creo que es una invitación a hablar, pero claro, dos no hablan si uno no quiere".
Ha animado a no tener miedo a las palabras, porque a veces las palabras reflejan una dureza que no es así en la realidad, y ha puesto el ejemplo de que Baviera se llama Estado libre de Baviera, y forma parte del estado federal de Alemania: "A veces, las palabras pueden tener detrás de sí realidades muy variadas".
Ha invitado a los políticos catalanes y del Gobierno central a "hablar, hablar y hablar, con tiempo y paciencia" para establecer un nuevo marco de relación, en línea con el nuevo contrato social que pide el Círculo para el conjunto de España, después de que haya quedado agotado el logrado en la Transición.
"Hay posibilidad, no hay nada irreversible en la vida, y depende de muy poco: depende de querer hablar y de querer buscar soluciones", ha opinado.
En cualquier caso, ha aseverado que cualquier tipo de decisión --sobre el futuro político de Cataluña-- debe ser legal y acordada, y "si las reglas del juego son buenas y se aceptan, el resultado, sea cual sea, se aceptará".
"Lo que no es aceptable es la situación de sordera recíproca que hay desde hace un tiempo; en España tiene que ser posible lo mismo que ocurre en otros países de larga tradición democrática", como Canadá y Reino Unido, ha destacado.
Costas ha considerado que "desde el punto de vista ciudadano es difícilmente comprensible" que no haya habido un encuentro público de los presidentes Mariano Rajoy y Artur Mas.
MALESTAR CIUDADANO
El recién designado presidente del Círculo ha constatado que hay un malestar ciudadano en Cataluña y en toda España relacionado con el deterioro de las condiciones de vida y de los ingresos, la pérdida de empleo y la pérdida de expectativas de futuro.
Ha añadido que ese malestar se expresa de muchas maneras, como el movimiento de los indignados, y el de 'stop desahucios', y en Cataluña "una parte de ese malestar encuentra una vía de expresión en la idea de independencia".
"Se puede entender, en parte, como la manifestación de muchas personas que están diciendo que las cosas no funcionan, que hay que cambiarlas, que hay que construir de nuevo ese proyecto en común", ha argumentado.
Ante esta situación, ha lamentado que el Gobierno central se ha quedado "catatónico, y probablemente es capaz de ver que algo ha de hacer, pero no es capaz de hacer nada; hay que romper esta situación".