BARCELONA, 12 Jul.
Convoyes históricos que antaño circularon por la red de Metro de Barcelona volverán a hacerlo con plazas limitadas desde otoño durante alguna noche esporádica cuando el servicio está cerrado. El plan de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que también se plantea hacer viajes con autobuses, incluye vehículos que formarán el museo del transporte de la compañía.
En declaraciones a Europa Press, el directivo de TMB Santiago Torres explicó que los viajes de metro serán salidas recreativas de una hora que empezarán con un convoy restaurado de la serie 300 que se construyó en 1923 para inaugurar un año después el 'Gran Metro' entre Lesseps y Plaça Catalunya, tramo de la actual L3.
El convoy está guardado en las cocheras de Triangle, que conectan con la estación de las líneas 2 y 4 de La Pau. La compañía prevé que pueda circular por diversas líneas a través de los túneles que las conectan aunque nunca por la L1, ya que es la única que se construyó con ancho de vía ibérico --1.668 milímetros--.
La compañía también prevé hacer circular autobuses con fin recreativo, como un Urbas Chausson número 59 importado de Francia que empezó a circular en 1955 y supuso el inicio de la renovación de los autobuses en la capital catalana. TMB lo ha restaurado y lo expuso esta semana en el Triangle con otros vehículos, como el tranvía número 867 de 1924.
La empresa, que gestiona el Metro y los autobuses urbanos, busca desde hace más de un año un emplazamiento "céntrico y bien conectado con el transporte público" para situar el museo, que tendrá un taller. Paralelamente, está creando una fundación para educar en los beneficios del transporte público y preservar el patrimonio.
Su fondo lo forman más de 60 vehículos históricos que restaura priorizando en función de su estado, y que además de tranvías y autobuses incluye dos convoyes del metro de Washington, un trolebús, un coche del funicular de Montjuïc y 14 vehículos de bomberos. Parte de las piezas las obtuvo en 2005 cuando cerró el Museu del Transport de Castellar de n'Hug (Barcelona).
GRAN COLECCIÓN DE EUROPA
El impulsor de este museo, el historiador Carles Salmerón, recordó que pescó una veintena de vehículos que iban al desguace en los años ochenta, cuando TMB tenía que endeudarse para ofrecer el servicio. Afirmó que la compañía tiene ahora "una de las mejores colecciones de Europa" como empresa de transporte.
Salmerón destacó el "cambio de mentalidad" tras una falta de sensibilidad por conservar el patrimonio del transporte sin el que no se puede explicar la evolución de las ciudades europeas. Para el también experto ferroviario Albert González, la restauración de convoyes y el museo empiezan a situar Catalunya a nivel europeo.
González afirmó a Europa Press que se ha llegado "a un punto de no retorno" después de que en los años 70 se intentara sin éxito crear un museo en las Cotxeres de Sants, que no avanzó por la contestación popular que no quería perder el espacio, y que se distribuyeran los convoyes entre Castellar de n'Hug y una colección privada de Zaragoza.
Ambos expertos pidieron salvar una convoy del que posiblemente fue el mejor tranvía de Barcelona, la serie 500, que guarda una empresa alimentaria y que circuló entre 1926 y 1971. Lluís Cuesta, de la Asociación para la recuperación y conservación de autobuses, concluyó que "una empresa que cuida su patrimonio histórico, cuida a sus empleados".