MADRID 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, ha pedido "paciencia" acerca de las investigaciones que se están realizando para averiguar quién grabó la conversación del ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, y el ex director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, en octubre de 2014 y ha asegurado que no se ha descartado ninguna hipótesis por "improbable" que sea.
Así lo ha dicho a la prensa antes de inaugurar el curso de verano de El Escorial 'Libertad y seguridad frente a las nuevas amenazas', en el que ha destacado que la Comisaría General de la Policía Judicial tiene una investigación abierta en la que está trabajando con "intensidad".
Preguntado por la información que publica la revista 'Interviú' en la que se apunta que el micrófono que grabó la conversación en el despacho de Fernández Díaz no fue colocado por ninguno de los interlocutores, Cosidó ha afirmado que aún no ha tenido tiempo para leer este artículo, pero que hasta el momento a él no se le ha hecho llegar ningún informe que "permita acreditar cuál es el origen de esa grabación".
"Ahí pediría un poco de paciencia. Se está trabajando y espero que pronto podamos tener un informe que aclare algunos de los puntos", ha recalcado el director de la Policía. No obstante, ha asegurado que el equipo encargado de investigar estas grabaciones no descarta ninguna hipótesis, aunque "cualquier posibilidad pueda resultar muy improbable".
De cualquier modo, Cosidó ha apostado por "esperar a tener los resultados" para sacar las conclusiones.
PIDE A LA UNIÓN EUROPEA TRABAJAR CONJUNTAMENTE
En cuanto a las jornadas que ha inaugurado, Cosidó ha hablado sobre "aquellas amenazas principales a la seguridad interna": terrorismo, inmigración ilegal, la trata de seres humanos, la ciberdelincuencia y el crimen organizado.
En su opinión, España está en un "momento óptimo" en seguridad ya que tiene los "niveles históricos más bajos" de criminalidad y, por ello, es uno de los países "más seguros de Europa y del mundo".
Aun así, ha explicado, que sería un "error" considerar que como "nunca han sido las peligrosos" no hay que trabajar "todos los días". En este sentido, ha apostado por hacer una serie de cambios en las políticas de seguridad.
Concretamente, cuatro reformas: en primer lugar, una Policía que pase de estar "focalizada" a perseguir el delito a prevenirlo, pues "no basta con ser capaces de investigar a los culpables de los atentados terroristas, sino de "tener capacidad de anticipación y de prevención".
Por otro lado, ha solicitado "culminar la transformación" hacia un Cuerpo Nacional de Policía '3.0' para detectar los ciberdelitos y, por tanto, se va a necesitar más recursos y más inversión. Ha alertado de que en 2016 va a haber "más ciberdelitos que delitos violentos".
En tercer lugar, ha instado a la Unión Europea a trabajar conjuntamente para hacer frente a las amenazas y a "potenciar más los instrumentos de cooperación" en el Mediterráneo y en Iberoamérica.
Por último, ha apostado por continuar en las redes sociales para "transformar" la convertir la labor de la Policía Nacional en más "eficaz" gracias a la información que ofrecen los ciudadanos por estas canales.