BARCELONA, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un crítico de cine en paro robó el Goya del director Albert Solé, galardonado por el documental 'Bucarest. La memoria perdida', en una fiesta posterior a la gala organizada por la Academia del Cine. El autor del robo devolvió al diario 'El Mundo' la estatuilla, valorada en 1.000 euros, el día después, y aseguró que su acción se debe a una protesta por el "sectarismo" y "nepotismo" del cine español.
En su encuentro con este periódico, el autor del robo, que responde a las iniciales K.N.T. y tiene menos de 30 años, explicó cómo sucedieron los hechos: "Vi la estatuilla en el ropero y le dije a la encargada: 'Dame mi abrigo y el Goya'". "Me dio pena verlo tirado en el suelo", y "ella no dudó ni por un instante en entregárselo".
"Siempre quise devolverla, y la verdad es que cuando fui a la fiesta no tenía ninguna intención de robarla, porque no soy un ladrón y nunca he robado nada".
Más allá de la acción, aseguró que la acción tiene un trasfondo reivindicativo: "Estoy harto de que siempre se lleven los premios los mismos, del sectarismo del cine español".
"En este país el cine español siempre es igual. Tiene mala calidad, las subvenciones y los premios se los llevan siempre los mismos. Con esto me gustaría llamar la atención sobre el sectarismo y el nepotismo que imperan en el cine, y me gustaría que la gente se preocupara un poco más por un cine de calidad", se queja. "Es un mundo cerrado, de amiguismo, donde es imposible conseguir un trabajo si no tienes enchufe", añade.
Explicó que lo cogió con la intención devolverlo y que al despertarse el día siguiente se puso en el lugar de Solé, el afectado, y que quería devolvérsela cuanto antes y en perfecto estado.
Ayer el cineasta, disgustado, pidió al ladrón que devolviera la preciada estatuilla en la calle Zurbano de Madrid, donde se encuentra la sede de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
"Apagamos las luces y que lo devuelvan a la Academia, en la calle Zurbano. No haremos preguntas", afirmó ayer la presidenta de la Academia, Ángeles González-Sinde. No obstante, el joven crítico, asiduo a fiestas y celebraciones relacionadas con el cine, prefirió entregárselo al citado periódico para hacer extensivas sus reivindicaciones.
Para él, el acto de llevarse el Goya no iba a tener las consecuencias que tuvo ayer, cuando todos los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia.