MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Militantes críticos de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), agrupados en una corriente interna denominada Cex, han exigido este viernes la dimisión de Rosa Díez al frente de la formación y la convocatoria de un Congreso Extraordinario antes del 31 de enero de 2015 que sirva para reestructurar el partido con la vista puesta en las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo.
Liderado por el eurodiputado Enrique Calvet, este movimiento --que asegura haber recibido el apoyo de un millar de militantes-- considera que UPyD ha perdido el espacio de "tercera vía" entre el bipartidismo de PP y PSOE y el "populismo" que representa Podemos. Y por ello, cree que debe convocar una asamblea que renueve toda la dirección y que concluya "con las baterías cargadas, nuevos mensajes y nuevos métodos".
Esta petición ha sido remitida al Consejo de Dirección de UPyD a través de una carta de la que esperan respuesta antes del próximo día 24 para convocar un Congreso Extraordinario durante el mes de enero. En caso contrario, pasarían a una "segunda fase" en la que defenderían la celebración de una Conferencia Política en la que, a su juicio, también tendría que haber dimisiones de la ejecutiva de la formación en áreas claves "destructivas" para los próximos comicios.
Calvet ha estado acompañado en su declaración ante los medios por otros dos promotores del movimiento, el concejal de UPyD en Villanueva de la Cañada (Madrid) Juan Rubio y Aurora Sotos, integrante del Consejo Territorial de Madrid. Todos ellos han negado la opción de abandonar las filas de UPyD, ya que consideran que el Manifiesto Fundacional con el que el partido nació hace siete años sigue vigente y debe ser defendido desde dentro de la formación.
Un ejemplo del "fracaso" de UPyD, según ha sostenido el eurodiputado Calvet, es la cifra de afiliación, que se sitúa alrededor de los 6.000 militantes. "Un partido que nace para cambiar España y después de siete años tiene no tiene 50.000 militantes, no hace nada. 6.000 es una birria impresentable --ha reprochado--. No sé cómo se puede tener el cuajo de no dimitir de un puesto de dirección por esto".
ROSA DÍEZ, PRESIDENTA DE HONOR
Los miembros de la iniciativa Cex creen que Rosa Díez fue una "magnífica" fundadora de la formación, pero ahora se requiere de la dirección otras cualidades de "organización, estructura y estrategia" que a su juicio ella no reúne. "Sería una excelente presidenta de honor", ha puesto como ejemplo Juan Rubio, a lo que Calvet ha añadido que Rosa Díez sigue siendo un "símbolo indispensable" para UPyD pero "el problema está en la dirección ejecutiva".
Los promotores de este movimiento han negado que sus reclamaciones tengan nada que ver con Ciudadanos y, de hecho, cada uno de ellos tiene una postura diferente sobre el grado de acuerdo al que debería llegar UPyD con la formación de Albert Rivera. Sin embargo, sí comparten que las fracasadas negociaciones del pasado mes de noviembre deberían haber sido afrontadas "sin personalismos ni partidismos".
A su juicio, uno de los aspectos a revisar de UPyD serían sus estatutos, "muy deficientes" según Aurora Sotos y que no recogen aspectos como el procedimiento por el que se podría forzar la celebración de un Congreso Extraordinario como el que ellos reclaman. "Los afiliados no podemos convocarlo, tiene que ser la dirección", asumen.
En este contexto, niegan tener miedo a la posible apertura de un expediente sancionador por parte de la dirección del partido y, además, consideran que no habría motivo para ello. "Somos honestos y transparentes, estamos dentro de los estatutos", ha sostenido Sotos, hasta este año responsable de Estudios y Programas de UPyD Madrid.
CALVET NO ACEPTA "NINGÚN CONTROL" DEL PARTIDO
Tampoco teme sanciones Calvet, quien la pasada semana firmó una carta junto a su compañero en el Parlamento Europeo Fernando Maura contra su portavoz en Estrasburgo, Maite Pagazaurtundua, por la denuncia que hizo sobre la existencia de sueldos opacos en la Eurocámara.
UPyD alertó de la existencia de una "partida opaca" de 4.299 euros mensuales que reciben todos los parlamentarios para "gastos generales" y avanzaron su intención de exigir "transparencia" a todos los representantes de UPyD para evitar que esa cuantía se convierta en un "sobresueldo".
Calvet ha asegurado que está a favor de la transparencia, pero se niega a facilitar al partido las facturas de todos sus gastos "por ansiedad y morbo". "No voy a permitir que se ingiera en la manera de hacer mi trabajo", ha dejado claro insistiendo que no aceptará "ningún control del partido".
SE SOMETERÁ A UNA AUDITORÍA INDEPENDIENTE
Así, ha avanzado que someterá sus gastos a una auditoría independiente "contra factura" por si se lo reclama el Parlamento Europeo. Pero ha enfatizado que no facilitará las facturas a la dirección del partido porque ve "insultante y una mentira" que se intente presentar al Parlamento Europeo como una institución "corrupta". "El puesto de jefa de la delegación le viene muy ancho", ha dicho sobre Pagazaurtundua.
Calvet sí que se ha mostrado dispuesto a colaborar en la búsqueda de métodos para revisar el sistema de remuneración y el control de los gastos, pero en líneas generales, y también estaría dispuesto a devolver al final de la legislatura el dinero no gastado de esa partida de gastos generales.
Esta postura ha sido respaldada por los demás miembros de la corriente crítica, que han remitido otra carta al Consejo Político pidiendo que se "replantee" el puesto de Pagazaurtundua como portavoz en Europa. "Su 'auctoritas', desaparecida, tardará demasiado tiempo en recuperarse", advierten.