MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) - La reunión convocada este miércoles por el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, para buscar un acuerdo antes de la II Asamblea Ciudadana Estatal de Vistalegre con los equipos que compiten en este proceso ha finalizado sin avances y con un cruce de reproches ante los medios entre el líder y su secretario político, Íñigo Errejón; un desenlace que aleja ese posible pacto para concurrir unidos, con el mismo proyecto y en la misma lista, en el congreso de febrero. Se trata del primer encuentro que se ha producido tras abrirse el martes la fase de negociaciones para intentar buscar acuerdos antes de Vistalegre II; una reunión de casi 3 horas en la que han participado, además de Iglesias y Errejón, otros 11 representantes de equipos que han presentado propuestas como el anticapitalistas Miguel Urbán y la secretaria de Análisis Política y Social, Carolina Bescansa, que también ha lanzado su propia iniciativa. El plazo para llegar a acuerdos se cierra el 2 de febrero. "La unidad se consigue debatiendo, no con documentos ni haciendo declaraciones agresivas en los medios, sino con el debate", ha enfatizado el secretario general en declaraciones a los medios tras finalizar el encuentro, y al ser preguntado por los avisos lanzados previamente por Errejón sobre la necesidad de que esa "unidad" se consiga "construyendo" y no "a toque de corneta" ni "proclamándola". "Yo creo que lo último que necesita Podemos es escuchar a unos compañeros hablando mal de otros. Cada uno que haga sus declaraciones y que sea dueño de sus palabras. Yo no voy a hablar mal de la corriente de Íñigo y Tania (Sánchez) ni de ningún otro", ha enfatizado, para añadir que lo que quieren los militantes, a su juicio, es verles "unidos". En este punto, ha aprovechado para avisar de que deben evitar ser "como el PSOE, un partido con dinámicas de familias y de barones y secuestrado por las élites". "No quiero eso para Podemos. La gente nos quiere ver unidos y diga lo que diga Errejón, yo no voy a decir nada contra él", ha insistido. Por ello, ha asegurado que por su parte va a trabajar para que lleguen unidos a Vistalegre II y no con proyectos y candidaturas diferentes. "Es lo que necesita Podemos y España, pero si hay compañeros que no quieren que vayamos por separado, tampoco hay ningún problema", ha apostillado, descargando de este modo la responsabilidad sobre los 'errejonistas' de ese posible no acuerdo. De hecho, Iglesias ha asegurado que cree "humildemente" que las ideas que él y su equipo de 'Podemos para todas' defienden son "las mayoritarias" y que por ello, él esta dispuesto a "liderar" el partido. "Pero si hay un compañero que tiene más votos y la corriente de Íñigo y Tania recibe más votos, tendrán que liderar ellos", ha señalado. Preguntado precisamente por el motivo de que siempre hable de "la corriente de Íñigo y Tania" para referirse al equipo de su secretario político de 'Recuperar la ilusión', Iglesias ha explicado que les describe así porque "son la unión de dos sectores: el sector tradicional de Íñigo y el sector de Tania, que es una escisión de Izquierda Unida". "Y creo que son los dos líderes de ese sector", ha remachado. A pesar de los reproches, Iglesias ha asegurado que está satisfecho con la reunión celebrada a iniciativa suya este miércoles, en la que han participado 13 equipos que han presentando propuestas para renovar los estatutos y la estrategia política de Podemos en febrero. "No ha sido una reunión entre jefes de baronías sino entre todos los sectores que han aportado ideas", ha afirmado. Minutos antes, Errejón ha descrito el encuentro de este miércoles como "una ronda de expresión de los diferentes documentos y posiciones" y ha asegurado que se sucederán nuevas reuniones para buscar acuerdos. Eso sí, ha hecho hincapié en la posibilidad de que finalmente no sea posible alcanzar un pacto global con Iglesias y el resto de equipos, y acaben compitiendo en Vistalegre II con candidaturas y proyectos diferentes. "En algunas cosas nos pondremos de acuerdo y en otras, decidirá la gente", ha afirmado en varias ocasiones, llegando a asegurar en un momento que "la unidad es un proceso que se tienen que construir al paso también de las primarias". "No vamos a hurtarle a la gente el debate", ha enfatizado. Sin embargo, Errejón no ha querido cerrar del todo la puerta a un posible acuerdo global con Iglesias, y no ha descartado esa posibilidad. Lo que sí ha hecho es avisar de que esa unidad no se debe buscar "a toque de corneta", palabras que han generado malestar en el equipo del líder, como posteriormente ha reconocido el propio Iglesias. "Mucha gente hemos coincidido en que hacen falta normas más claras, más plurales y en que la unidad no se va a decretar y no se construye a toque de corneta sino reconociendo la pluralidad", ha afirmado, al tiempo que ha querido restar importancia a esa posibilidad de que finalmente presenten candidatura propia, asegurando que, aunque ese sea el caso, estarán "juntos" durante y después de Vistalegre II. "Quiero lanzar un mensaje de tranquilidad a todos los compañeros y votantes: somos conscientes de la responsabilidad y vamos a estar juntos", ha enfatizado. "Somos muy diversos y vamos a construir la unidad a partir de la diversidad", ha añadido más tarde. Errejón también ha confirmado que su equipo participará en el encuentro convocado por Bescansa para el próximo sábado 28 de enero en Madrid, para pactar entre todos unas reglas que rijan la organización tras Vistalegre. Según ha explicado la propia Bescansa en declaraciones a los medios, su objetivo es que esa reunión del sábado sirva para dar continuidad al espacio abierto hoy para buscar un acuerdo. "Creo que ha habido un acuerdo sobre la necesidad de que tengamos unas normas comunes posteriores a Vistalegre", ha afirmado. Además, ha aprovechado para criticar el "eje de organización de Podemos entre Iglesias y Errejón" que se ha impuesto y que, a su juicio, hay que "impugnar" en Vistalegre. "Queremos debatir sobre política", ha defendido. Por su parte, el anticapitalista Miguel Urbán ha reivindicado el plan de diez puntos que su corriente ha llevado a la mesa de negociación para combatir "la gran coalición de PP, Ciudadanos y el PSOE de la Gestora". "No era la intención de hoy salir con un acuerdo. Tenemos unos tiempos. Nosotros hemos hecho una propuesta de decálogo para que todo el mundo lo lleve en sus documentos y ahora mismo estamos justamente en ese periodo. Quedan 7 días para poder llegar a un acuerdo, que no tiene que ser una misma lista", ha apostillado.