Actualizado: jueves, 29 junio 2017 18:09


MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las cuatro personas detenidas el miércoles en Mallorca por su integración en la organización terrorista Estado Islámico pasarán mañana, viernes, a disposición del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, según han informado fuentes jurídicas.

Dos de estos presuntos yihadistas fueron detenidos en Inca, otro en Ariany y otro en Binissalem y formaban parte de una célula con ramificaciones internacionales liderada por un imán marroquí de 43 años, Tarik Chadlioui. El sexto integrante de la célula es un español de origen marroquí, de 28 años de edad, que fue detenido en Alemania.

Los cuatro arrestados en Mallorca pasarán el viernes ante la Audiencia Nacional, que ha coordinado los trabajos. Todos ellos son marroquíes, con edades comprendidas entre los 31 y los 38 años, dos con residencia permanente en España y otros dos con autorización de residencia de larga duración en la Unión Europea, según fuentes policiales.

Este grupo elaboraba y difundía material audiovisual muy radical y celebraba reuniones clandestinas semanales para determinar la voluntad de jóvenes afines a su ideario y lograr que viajaran a zonas de conflicto. Todos tenían un "total compromiso y adhesión con las directrices de DAESH", según la Policía Nacional.

La investigación se inició en el año 2015, cuando fueron detectados en una página web una serie de vídeos que mostraban el proceso de adoctrinamiento, captación y viaje a Siria de un joven musulmán residente en España.

Así se consiguió identificar al promotor de la filmación, el imán salafista detenido ahora en el Reino Unido e investigado por varios países europeos. Esta persona había viajado en esas fechas a Mallorca y comenzaba a dinamizar a un grupo, los ahora arrestados, para ejercer funciones de captación, adoctrinamiento y radicalización en favor de DAESH, convirtiéndose a partir de ese momento en su líder espiritual.

Por su parte, el detenido en Alemania tenía también como referente espiritual e ideológico a este imán salafista y mantenía contacto directo con el resto de arrestados y había participado en los vídeos propagandísticos elaborados por el grupo.

La investigación ha constatado que el grupo radicado en Mallorca había ido multiplicando progresivamente el número de adeptos, no sólo mediante su actividad en las redes sociales, sino también mediante reuniones semanales clandestinas, escenificadas con un claro reparto de tareas, un sheikh o sabio, dirigiendo el contenido cada vez más extremista, un ojeador de nuevos adeptos y un captador quien realizaba el contacto directo con el futuro miembro.

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