SOLDEU, 21 Abr. (De los enviados especiales de EUROPA PRESS, Leyre Guijo y Rubén González) -
La XXVII Cumbre Iberoamericana ha arrancado esta tarde en Andorra con un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de la pandemia de COVID-19, que precisamente obligó a aplazar hasta ahora la cita prevista inicialmente para el pasado noviembre.
"La pandemia del COVID marcará la historia del siglo XXI y el rumbo de toda la civilización. La esperanza son las vacunas pero de nada servirán si no llegan al brazo de todos los habitantes del planeta", ha sostenido en la apertura del plenario el primer ministro de Andorra, Xavier Espot.
En la cita de Andorra solo están presentes el primer ministro andorrano, el Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro, António Costa, aprovechando la cercanía geográfica.
De entre los mandatarios iberoamericanos, solo han acudido el presidente de Guatemala, Alejandro Giammatei, cuyo país acogió la cumbre anterior, y el de República Dominicana, Luis Abinader, que será el anfitrión de la siguiente cita, prevista para finales de 2022.
El resto de líderes participarán por vía telemática, si bien un total de seis de ellos han declinado la invitación y sus países participarán con representantes de rango inferior.
Entre las bajas sonadas están las del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el de Nicaragua, Daniel Ortega, que habían confirmado su participación para ser baja en el último momento. Tampoco hablarán el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, el de México, Andrés Manuel López Obrador, el de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y el de El Salvador, Najib Bukele.