BARCELONA 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
La portavoz del Secretariado Nacional de la CUP Núria Gibert ha celebrado este viernes que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, "haya apartado a los sectores más autonomistas" del Gobierno catalán que tenían dudas sobre el referéndum, y ha confiado en que el nuevo Ejecutivo sea el de la ruptura con España.
En una rueda de prensa desde el Parlament, ha considerado que estos cambios demuestran que las dudas que tenía la CUP sobre que el Gobierno no estaba cohesionado con el referéndum eran del todo fundadas: "No era el Govern de la ruptura. No había un Gobierno cien por cien comprometido con el referéndum y es preocupante".
Gibert ha pedido a Puigdemont que éste sea "el Gobierno definitivo para la última pantalla" del proceso soberanista: convocar el referéndum, ganarlo, y declarar la independencia de Cataluña del resto de España sin más dilaciones.
La CUP también ha exigido al PDeCAT que ponga orden en los ayuntamientos y en sus estructuras territoriales y también aparte a los que no se vean con fuerzas para afrontar el referéndum: "Los que no se vean capaces de cumplir la palabra dada, que den un paso al lado de forma inmediata".
Han pedido que no se vea la marcha de los tres consejeros como un sacrificio personal: "Perder la silla no es un sacrificio en un país con más de 400.000 ejecuciones hipotecarias", y ha asegurado que es un evidencia que el Estado hará todo lo que pueda para frenar el referéndum.
Con estos cambios, la CUP ve demostrado que no son ellos los que han puesto obstáculos al proceso soberanista --"palos en las ruedas", ha dicho--, sino que era el propio Gobierno quien se frenaba porque no todos sus miembros estaban convencidos de lo que hacían, a su juicio.
DEBERES A LOS NUEVOS
La CUP ha puesto el foco en el nuevo consejero de Interior, Joaquim Forn, y en la de Enseñanza, Clara Ponsetí: al primero le ha pedido que los Mossos d'Esquadra "no interfieran" contra el referéndum; a la segunda, que garantice que las escuelas catalanas estarán al servicio de la votación del 1-O.
Preguntados por si les hubiera gustado entrar a formar parte del Ejecutivo para blindar el referéndum, ha replicado "que no es un debate que sea necesario a estas alturas", y ha reivindicado su papel en el Parlament para garantizar que el proceso soberanista avance.