La declaración de Garzón "resucita" a las dos Españas frente al Tribunal Supremo

Actualizado: miércoles, 9 septiembre 2009 16:20

MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

La declaración hoy ante el Tribunal Supremo del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón -en relación con una querella por prevaricación por investigar las desapariciones del franquismo-, concitó frente a la entrada de este edificio, en la calle Marqués de la Ensenada de Madrid, a varios miembros de la asociación de la Memoria Histórica que jalearon su entrada y también a varios detractores del juez.

En este ambiente, que en ningún momento llegó a ser crispado, representantes de la Asociación de la Memoria Histórica manifestaron su apoyo al juez lanzándole "vivas" a su entrada al tribunal y repartiendo un comunicado entre los numerosos periodistas que cubrían la información en la que se refieren a los impulsores de la querella -el sindicato Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad-, como "las fuerzas más oscuras y reaccionarias españolas".

"Tratan de sancionar al primer juez que desde la entrada de las tropas del general Franco en Madrid, en 1939, ha abierto una investigación contra los crímenes contra la Humanidad, perpetrados durante su régimen fascista", añade la nota, firmada por una veintena de asociaciones para la recuperación de la Memoria.

Recuerdan en esta nota que todos ellos se autoinculparon ante el Supremo como "inductores", pues fueron quienes aportaron las pruebas para que el titular del Juzgado Central número 5 pudiera incoar la causa por las desapariciones, y advierten que, si el alto tribunal sigue tramitando la querella, entenderán que también se deberá tomar declaración a los representantes de estas asociaciones.

Uno de los que acudieron a las puertas del Tribunal fue Julián Rebollo, ex concejal de IU y representante de la Plataforma Cárcel de Carabanchel, quien señaló que, además de los desaparecidos existen aún vivos represaliados como los que sufrieron prisión en dicho centro, y calificó de "ataque a la democracia" que se pretenda cercenar esta investigación y dotar de impunidad al franquismo.

"Nuestros nietos deben saber que Franco fue un dictador que mató a mucha gente, y que el único juez que se atreve con este asunto es Garzón", dijo Rebollo.

"UNA VENGANZA Y UNA VERGÜENZA".

En el mismo sentido se manifestaron otros miembros de asociaciones de Memoria Histórica, como Fausto Canales, que calificó de "vergüenza, e ignominia" que se pretenda procesar a Garzón por investigar la desaparición de cerca de 150.000 personas durante la dictadura. Otros concentrados calificaron de "venganza" la actuación contra el juez, mientras que una señora pidió su "libertad" porque "Garzón no ha hecho nada".

También frente a las puertas del Supremo se encontraba Miguel Bernard, secretario general de Manos Limpias, y varios representantes de Libertad e Identidad, que fueron increpados como "fascistas" por los defensores de Garzón. "Fascismo, el de Cuba", señaló uno de ellos a los manifestantes.

Bernard indicó que su querella "no tiene nada que ver con el franquismo ni con las fosas" sino con el cumplimiento de las leyes, y señaló que el día de hoy se producirán "brotes verdes de regeneración en la Justicia".

Añadió que la declaración de Garzón demuestra que "no hay nadie por encima de la ley, pese a las presiones políticas" y que "de las tres licencias con las que cuenta Garzón, la de cazar, la de dar clases y la de impartir justicia", ellos esperan que se le quite esta última. "Aquí no hay política que valga", concluyó.

La presencia de defensores y detractores del juez produjo algunos momentos curiosos, como el hecho de que la declaración de Bernard ante las cámaras de televisión se hiciera con dos pancartas al fondo que rezaban "más jueces como Garzón" y "justicia por los pelos no es justicia. Franquismo 1 Justicia 0".

Representantes de la Memoria Histórica también aprovecharon para situar tras el impulsor de la querella fotos de familiares de desaparecidos y certificados de defunción, mientras de fondo sonaba el himno nacional tocado con armónica por un anciano congregado en el lugar.

Precisamente este señor charlaba minutos después con representantes de las asociaciones de Memoria a los que espetó, "reconocerán que, como dictador, Franco fue insuperable", para a continuación agasajarles con el himno de Riego y la Marsellesa también tocados con su armónica. En otro lado de la calle, otro anciano que llevaba varias chapas con la bandera nacional en su gorra preguntaba a un policía: "Cuando salga, lo que sí podré es gritar Garzón payaso ¿no?".