SANTIAGO DE COMPOSTELA 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El secretario xeral de Política Lingüística de la Xunta, Anxo Lorenzo, tiene previsto que el decreto del plurilingüismo en la enseñanza no universitaria esté "listo en febrero" ya para ser llevado a la mesa sectorial de educación y en él se "retocarán puntos en función de los consensos que se puedan tejer". Así, se "dejará claro" que, mientras no se pueda impartir el tercio de las asignaturas en un idioma extranjero al que aspira el Gobierno gallego, habrá "un reparto igualitario al 50% entre gallego y castellano de materias y horas semanales", aparte de las asignaturas de lengua.
En una entrevista concedida a Europa Press tras finalizar la ronda de contactos con colectivos educativos, sindicatos y partidos políticos sobre el decreto que sustituirá al que en 2007 aprobó el bipartito, Anxo Lorenzo se reafirmó en que "los principios que están detrás" del modelo propuesto "no se van a cambiar", pero sí cree que "hay muchos puntos para poder llegar a acuerdos".
Lorenzo reconoció que "hay críticas prácticamente por todo", pero defendió un modelo que ve como "una apuesta valiente y arriesgada" porque, "en este país, hablar de trilingüismo e incluso hablar de equiparar en el número de horas semanales de gallego y castellano parece que es tabú". No obstante, percibió que, "fuera de las posiciones más radicales, que en estos momentos se derivarían de la CIG por una parte y de Galicia Bilingüe por otra, en el resto hay aspectos de crítica constructiva" que están "viendo cómo atender".
En su opinión, al margen de las "interpretaciones políticas", las bases propuestas para el decreto "cumplen estrictamente" la Ley de Normalización Lingüística. Asimismo, aclaró que el Plan de Normalización Lingüística "sigue siendo un documento de referencia", pero puntualizó que ese plan "dice muchas cosas" y cada Gobierno "establece sus prioridades y ritmos en su aplicación".
MOTIVAR PARA ENSEÑAR EN INGLÉS
En cuanto a la enseñanza trilingüe, señaló que lo que busca la Xunta es "hacer real una utopía" en un "espacio de tiempo coherente", que reconoció que "no puede ser en cuatro años", pero apuntó que "igual es más realista en ocho o diez". Al respecto, dijo "no entender nada" cuando se critica este punto porque, citó como ejemplo, "es lo que está impulsando el PSOE en Madrid" y es uno de los vértices de la propuesta del ministro Ángel Gabilondo para alcanzar un pacto por la educación.
En todo caso, rechazó el "nerviosismo en algunos sectores educativos" porque, aunque reconoció la dificultad de implantar la docencia en inglés, repitió en varias ocasiones que no se hará "ni un proceso obligatorio ni de golpe". "Será gradual, progresivo e incluso a estas alturas me atrevería a hablar de voluntario", aseveró para exponer que se pondrán en marcha "los incentivos adecuados" porque el profesor "tiene que estar motivado".
Al respecto, concretó que se habilitará un sistema de "incentivos económicos y también en la carrera profesional, en el concurso de traslados" para aquellos profesores que "voluntariamente" se formen para impartir sus asignaturas en una lengua extranjera. Además, la Consellería de Educación presentará "al mismo tiempo" que el borrador definitivo del decreto "un plan integral de plurilingüismo" que agrupará todas las iniciativas para lograr las competencias lingüísticas de alumnado y profesorado.
CONSULTA A LOS PADRES
Sobre otro de los puntos que ha generado más debate, la consulta a los padres sobre la lengua en que quieren que se impartan determinadas asignaturas, Lorenzo afirmó que analizan "cómo canalizar" este precepto y "qué es más conveniente desde el punto de vista político, pedagógico y de la organización de los centros". "La voz de las familias es importante. Cómo la canalicemos, de forma vinculante u orientativa, eso lo hay que ver", expuso para defender la participación de los padres como "algo fundamental, prioritario y central del proceso educativo".
Anxo Lorenzo garantizó que en el próximo curso escolar que arrancará en septiembre ya estará plenamente vigente el nuevo marco normativo, pero admitió que "hay que ser realistas" y "habrá que ver ciertos temas en su dimensión real y posibilidad de hacerlo". Así, explicó que "no sería nada problemático en ciertos temas, como los libros de texto, aplicar moratorias durante uno o dos cursos".
Sobre el artículo que permite al alumnado "utilizar en las manifestaciones oral o escrita la lengua oficial de su preferencia", el responsable de Política Lingüística avanzó que en la nueva propuesta se buscará "una fórmula abierta" para no contravenir el marco constitucional y, en particular, apostó por el modelo del decreto de 1995, que reflejaba que "el alumnado debe procurar utilizar la lengua en la que se imparta la materia", pero "siempre que se deje un espacio de libertad".
CONSENSO DIFÍCIL
A partir de estos "retoques" sobre las bases presentadas a finales del pasado mes de diciembre, Anxo Lorenzo expresó su deseo de contar con "el consenso de todos los grupos parlamentarios", pero admitió las dificultades. "No veo en el BNG ningún tipo de interés en pactar nada que tenga que ver con la lengua", juzgó, mientras que al PSdeG lo situó "en la misma estrategia" del Bloque "de intentar sacar réditos políticos partidarios de esta cuestión sin trabajar en clave de país".
Preguntado si cree que el PP empleó de forma electoralista la lengua en la pasada campaña electoral, el secretario xeral de Política Lingüística respondió: "prefiero mirar para el futuro, el pasado es el pasado. Yo no estaba aquí en ese momento". Al respecto, agregó que el Gobierno puso "todos los medios para conseguir el consenso" con "una bases abiertas", pero censuró que la oposición "se negó a entrar a hablar y prefirió convocar manifestaciones y huelgas".
POLÍTICAS INVIABLES
Acerca de por qué ve ahora la necesidad de derogar el decreto del gallego aprobado por el bipartito, explicó que en los últimos años "hubo un fortísimo debate lingüístico en la sociedad gallega y lo sigue habiendo" y en esta situación es "inviable" aplicar la política del anterior Gobierno. "Aspectos de la política lingüística que hace cuatro años pensábamos que se podían poner en práctica, a la vista de lo que está pasando en estos momentos, del debate que se está produciendo en la sociedad gallega, creo que es absolutamente inviable", argumentó.
"La sociedad gallega habló y expresó su opinión y cualquier gobernante y cualquier individuo que vive en Galicia e intenta dedicarse a hacer políticas públicas tiene que escuchar, también en el caso de las políticas lingüísticas", añadió.
Asimismo, reconoció que la elaboración de las bases del decreto fue "compleja y lenta" porque "el PP es un partido grande, con muchas formas de opinar y de ver las cosas" y "tenía que haber un consenso". No obstante, aseguró que elaboró la propuesta "con plena autonomía en un contexto de lealtad a la formación política que tiene responsabilidades de Gobierno".
Finalmente, Lorenzo apeló a cerrar "cuanto antes un conflicto lingüístico que nunca existió a este nivel de debate público y político" porque "no es bueno ni para el presente ni para el futuro del gallego tener este debate permanentemente abierto". "No es bueno ni saludable", dijo.
Asimismo, proclamó que "el gallego ya no sobrevive, sino que el gallego vive" y advirtió que "no se puede fiar" toda la visibilidad de esta lengua sólo a la enseñanza. Por ello, apostó por "coordinar y planificar" esfuerzos, explotar el campo de las nuevas tecnologías y estimular el uso de la lengua entre los más jóvenes, entre otras líneas de acción.