MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Defensa cuenta con un total de 82 sacerdotes, todos de religión católica, para prestar el servicio de asistencia religiosa a los miembros de las Fuerzas Armadas. Su sueldo se sitúa en una horquilla de entre 22.900 y 24.700 euros anuales, a los que sumar complementos de destino y trienios.
La situación de los sacerdotes que trabajan para el Ejército pilota sobre la ley reguladora del régimen del personal militar profesional, que además declaró a extinguir los cuerpos eclesiásticos de los ejércitos y creó a cambio el Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas.
Actualmente son 82 los sacerdotes que prestan su servicio en el Ministerio de Defensa, según informa el Departamento en una respuesta parlamentaria, recogida por Europa Press, a la diputada socialista Zaida Cantera. Tres de ellos pertenecen aún a esos cuerpos eclesiásticos declarados a extinguir.
Al igual que todo el personal que presta servicios en el Ministerio de Defensa o las Fuerzas Armadas, el personal del Servicio de Asistencia Religiosa percibe sus retribuciones con cargo al capítulo del Ministerio de Defensa en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Defensa informa de que las retribuciones básicas se encuentran asimiladas a un nivel 26 de la Administración General del Estado. Y la ley establece que su rango es similar el de los funcionarios del grupo A. Esto supone que cobran un sueldo mensual de entre 1.600 y 1.800 euros, a los que se suman los trienios y complementos de destino.
Los miembros del Servicio de Asistencia Religiosa en las Fuerzas Armadas no tienen la condición de militar. Sin embargo, los sacerdotes vinculados con una relación de carácter permanente tienen la consideración de Oficiales Superiores y los vinculados por una relación de carácter no permanente la de Oficiales.
La polémica respecto a la presencia de capellanes en las unidades militares llegó de la mano del diputado de Podemos y ex Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEMAD), Julio Rodríguez, quien reconoció que es un servicio "que hay que prestar" pero "igual que habría que prestar de otras confesiones religiosas".