La ministra de Defensa, Margarita Robles, durante su visita al Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (COVE), del Ejército del Aire y del Espacio, en la Base Aérea de Torrejón, a 1 de abril de 2024, en Torrejón de Ardoz, Madrid (España). - Gustavo Valiente - Europa Press
MADRID 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
El jefe del Centro de Operaciones y Vigilancia Espacial (COVE), el teniente coronel Manuel Olmos, ha descartado este lunes que el bólido espacial que sobrevoló España el pasado viernes fuese de naturaleza armamentística y tampoco un satélite privado de la empresa StarLink, perteneciente a Elon Musk. Así, ha señalado directamente a un fenómeno natural, un 'meteoroide rozador' que no llegó a entrar en la atmósfera, según ha precisado.
"La única información que damos como posible es que fue un 'meteoroide rozador'", ha sentenciado Olmos tras descartar distintas hipótesis en una visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a las instalaciones del COVE en Torrejón de Ardoz.
De esta forma, habiendo analizado el vídeo difundido mostrando un objeto con una estela luminosa en el cielo, se consultó con el consorcio europeo y otros actores espaciales. Así, se llegó a descartar la primera hipótesis que hablaba de una "naturaleza armamentística del fenómeno" para posteriormente dar como única información posible el 'meteoroide rozador', según ha apuntado el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Asimismo, el COVE consultó a otras instituciones como el Centro de Vigilancia de Alertas de Misiles Balísticos del Mando Áereo de la OTAN, que confirmó que no constaba "ningún lanzamiento en ese espacio de tiempo", ha añadido Olmos.
Además, los mandos militares han confirmado a Robles que existe un protocolo nacional e internacional de alertas espaciales que se hubiera activado en caso de riesgo de caída o reentrada de un objeto espacial que superase los 5.000 kilogramos de peso.
De esta forma, no se hubiese considerado una amenaza de un satélite privado de StarLink, que no llega a los 300 kilos de peso y por lo que no se le considera una amenaza ya que, según ha explicado Olmos, la atmósfera lo hubiese desintegrado.