MADRID 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha desarticulado una organización especializada en robar y falsificar vehículos desde España para luego trasladarlos a países como Mauritania, Senegal, Polonia o Ucrania y venderlos como vehículos de ocasión en el mercado legal. En total, han sido detenidas 25 personas, 19 de ellas en España, cuatro en Francia y dos en Polonia.
La operación, denominada 'Z-Babilonia', arrancó en noviembre del 2021 cuando se detectó que se estaban enviando vehículos sustraidos en Madrid a un puerto de Francia. Se trataban de coches híbridos de alta gama, con matrículas francesas falsificadas que no presentaban signos de forzamiento según explica la Guardia Civil en un comunicado.
Dos de los principales responsables detectados por la Unidad Central Operativa (UCO) eran marroquíes que residían en Málaga y Madrid. Se encargaban de fijar las marcas y modelos de los vehículos que robar en función de la demanda, suministrar las matrículas falsificadas, las documentaciones y los números de bastidor a grabar en ellos.
La organización utilizaba herramientas informáticas y softwares maliciosos desarrollados por ellos mismos, para alterar las medidas de seguridad del fabricante y robar el vehículo sin necesidad de ningún tipo de forzamiento. Tras un tiempo de "enfriamiento" para descartar el geoposicionamiento del coche, modificaban sus registros físicos, el número de bastidor y los adhesivos identificativos para que pareciesen vehículos legales en Francia.
Después utilizaban empresas de transporte de vehículos por carretera --españolas y lituanas principalmente-- para trasladar los automóviles a puertos franceses, donde eran embarcados hacia Mauritania o Senegal. Algunos miembros de la organización los conducían hasta Polonia para introducirlos luego en el mercado de compraventa de vehículos de ocasión.
ÉXITO FRUTO DE LA COLABORACIÓN INTERNACIONAL
La Guardia Civil destaca que el grado de falsificación de los elementos identificativos en los coches robados les permitía eludir sin problema los controles policiales y aduaneros de este tipo de transportes, incluso fuera de la UE. También explica que el éxito de la operación se debe a la colaboración de los países afectados y al trabajo conjunto de un equipo de investigación en el seno de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Judicial Penal (Eurojust) y la Oficina Europea de Policía (Europol).
En Francia se identificó a un hombre mauritano, con antecedentes por hechos similares, como máximo responsable de coordinar las documentaciones falsas, la contratación de los seguros de los vehículos y la embarcación de estos a África. El hombre de confianza de este ciudadano era un marroquí que vivía en Bruselas y se encargaba personalmente de cualquier incidencia surgida, desde el robo de los vehículos en España, hasta su transporte dentro y fuera de la Unión Europea.