La Guardia Civil les atribuye droga por valor de más de 237.000 euros, encontrada tras el asalto al furgón policial
PALMA, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los dos detenidos por colaborar en un intento de fuga de prisión en Ibiza en octubre se han desvinculado este lunes del tráfico de drogas que les atribuye la Guardia Civil por sustancias encontradas, tras ser arrestados, en el domicilio de uno de ellos, un trastero y un contenedor.
Los acusados son dos jóvenes británicos de 23 y 29 años, que fueron detenidos por presuntamente haber colaborado el pasado octubre en el asalto a un furgón de la Guardia Civil que trasladaba a un preso. El interno sería una figura de peso en una red de narcotráfico británica, recluido en Ibiza tras una orden internacional de búsqueda, según fuentes cercanas al proceso.
Sin embargo, los hechos que juzga ahora la Audiencia Provincial no entran en aquel intento de fuga --una pieza que sigue bajo secreto de sumario-- sino en un supuesto suministro de drogas en el que, según la Guardia Civil, estos dos jóvenes también estarían implicados.
La droga fue hallada en el domicilio de uno de ellos, un trastero de alquiler y un contenedor de una empresa de almacenes, registrados después del intento de fuga. En esos puntos se intervinieron distintas cantidades de ketamina, hachís, cocaína y MDMA, por valor de más de 237.000 euros, así como dinero en efectivo (más de 70.000 euros, 8.800 libras esterlinas y 520 dólares americanos) fraccionado.
También se encontraron efectos relacionados con el asalto al furgón, según un agente, que no ha dado más detalles por estar la causa bajo secreto, más allá de incidir en el hecho de que en el incidente los sospechosos habían utilizado armas de fuego. Igualmente los funcionarios se incautaron de una importante cantidad de cajas de óxido nitroso ('gas de la risa').
Los dos jóvenes, que sólo han contestado a sus defensas, se han desentendido de las sustancias encontradas y de cualquier negocio de tráfico de droga, asegurando que estaban en Ibiza temporalmente: uno de vacaciones --fue detenido cuando se disponía a tomar un vuelo de vuelta a Londres-- y otro como trabajador en remoto.
En cuanto a la droga encontrada en la vivienda, el morador ha asegurado que no era suya sino de sus compañeros de piso. De hecho, ha afirmado que él mismo indicó a los agentes dónde podían encontrar un paquete con droga en la cocina porque pensó que "lo mejor era cooperar con la policía": "Había visto a uno de mis compañeros de piso poner esas bolsas, y cuando vino la policía sospeché que era algo ilegal y les dije: 'Puede que haya algo en este armario'".
La Guardia Civil relaciona a este joven con el trastero, además de por una serie de vigilancias, porque las llaves correspondientes estaban en su mochila. Él se ha excusado en que un amigo le había pedido que se las guardara durante un viaje y que él no sabía lo que abrían. También le vinculan por encontrar una tarjeta 'porta SIM' que tenía anotado a mano el mismo número de teléfono que consta en el trastero de la droga.
IDENTIDADES FALSAS
En cualquier caso, ambos han admitido haber estado en el complejo de la empresa de almacenes, pero para visitar otros trasteros de amigos que les guardaban enseres personales --un colchón viejo, maletas, una bicicleta, equipo de buceo, etc--. Los números de esos trasteros son próximos al que contenía la droga. Los acusados no se reconocen en las imágenes de las cámaras de seguridad recabadas por la Guardia Civil, supuestamente incriminatorias.
En este sentido, los acusados han dicho no conocer a las personas que aparecen como titulares de los contratos de alquiler. Según la Guardia Civil, uno de esos nombres sería una identidad falsa utilizada por uno de los acusados, según se desprende del testimonio de una empleada de la empresa. El otro nombre correspondería a una persona real, también investigada por su relación con el intento de fuga en la causa secreta, pero nunca se le vio acceder al complejo.
El fiscal pide ocho años de cárcel y multa de 945.000 euros para cada uno de ellos. Las defensas, por su parte, han planteado posibles nulidades por posibles irregularidades en el origen de la causa. Ambos acusados se encuentran en prisión provisional desde octubre.
La Guardia Civil identificó al menos a otras dos personas que también estarían relacionadas con el grupo investigado, pero que abandonaron el país antes de que pudieran detenerlos.
ASALTO A UN FURGÓN DE LA GUARDIA CIVIL
La evasión frustrada tuvo lugar el 9 de octubre, cuando dos encapuchados armados interceptaron un furgón oficial de la Guardia Civil que transportaba a un preso en una salida médica.
Los dos encapuchados cortaron el paso del vehículo oficial con un todoterreno, se produjo un forcejeo y aunque momentáneamente el convicto pudo liberarse, finalmente volvió a ser interceptado.
La madrugada siguiente los Bomberos extinguían un incendio en un vehículo de las mismas características que el utilizado en el asalto. El coche estaba estacionado cerca de unas placas fotovoltaicas en el Camino Viejo de Sant Mateu.