José María Barreda admite que el Gobierno gestionó "muy mal" el 1-O, pero pide apoyarle frente a la "rebeldía antidemocrática" del Govern
MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El diputado del PSOE y expresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha cuestionado la decisión de su partido de plantear la reprobación de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por las cargas policiales del 1 de octubre en Cataluña.
En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados ha reconocido que el Ejecutivo de Mariano Rajoy "gestionó muy mal" el operativo para impedir el 1 de octubre, pero a pesar de ello considera que hay que apoyarlo "frente a la desobediencia, deslealtad y rebeldía antidemocrática de la Generalitat".
Cuando los policías y los guardias civiles desplazados a Cataluña para frenar el 1-O están siendo "acosados", a Barreda no le parece "oportuno" plantear la reprobación de la vicepresidenta, como ha anunciado este martes la portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles.
La reprobación de un miembro del Gobierno por el Congreso equivale a una censura política a su gestión, pero no tiene efectos jurídicos porque la competencia para nombrar y destituir a los ministros es exclusiva del jefe del Ejecutivo.
Otra cosa sería, añade Barreda, investigar "lo sucedido ese día con el uso de la fuerza", así como la pasividad de los Mossos, que desobedecieron la orden judicial de precintar los colegios y desalojarlos en caso de que se encontraran ocupados.
NO CAER EN LA EQUIDISTANCIA
Pero en un momento como el actual de crisis del Estado, Barreda no comparte ser equidistantes entre el Gobierno español, esté quien esté al frente, y "quienes quieren proclamar unilateralmente la independencia desobedeciendo la Constitución, el Estatut, y el reglamento del Parlamento pisoteando el Estado de Derecho".
Por estos motivos, Barreda se ha mostrado contrario con la reprobación que plantea el PSOE y así lo planteará en la próxima reunión que se convoque del Grupo Parlamentario Socialista, que por cierto, recuerda, no fue consultado previamente antes de decidir plantear la censura de la vicepresidenta.