Asegura que se ha entrado en ataques personales y que se cuestiona la legitimidad de la dirección, lo que puede vulnerar los estatutos
MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Ejecutiva de Ciudadanos está estudiando aplicar sanciones a los dirigentes 'naranjas' que, como Francisco Igea o Edmundo Bal, han descalificado su decisión de no participar en las elecciones generales del 23 de julio, pues interpreta que se está cuestionando su legitimidad y se está poniendo en cuestión la gestión de los fondos del partido.
El diputado Edmundo Bal, una de las caras más visibles del sector crítico, tachó de "cobarde" a la dirección del partido por no presentar listas el 23J y en sucesivas ocasiones ha repetido que el objetivo de la actual dirección 'naranja' es "guardarse el dinero que hay en la caja para poder hacerse una campaña en las elecciones europeas" de 2024, en velada referencia al secretario general, el eurodiputado Adrián Vázquez, probable candidato a la reelección.
Los militantes críticos han convocado reuniones en distintos puntos del país, en Madrid encabezados por Bal e Igea, y han promovido un manifiesto contra la retirada que ya han firmado más de 700 personas en el que se pide "revitalizar" el partido como muestra de "no resignación al bipartidismo y a su permanente dependencia de nacionalismos y populismos".
REUNIÓN EXTRAORDINARIA PARA AVISAR A LOS CRÍTICOS
En ese contexto, la dirección que encabezan Vázquez y la portavoz nacional, Patricia Guasp, ha celebrado este martes una reunión extraordinaria. Fuentes de la Ejecutiva consultadas por Europa Press sostienen que los argumentos de estos militantes sobrepasan la línea de la crítica política y, sin dar nombres propios, pueden entrar en conflicto con las obligaciones que los estatutos 'naranjas' estipulan para los afiliados.
Las mismas fuentes insisten en mostrar su disconformidad con algunos de los argumentos utilizados para criticar la renuncia a presentarse a las generales, como los relacionados con la economía del partido o con la legitimidad de la dirección.
Según remarcan, el partido cuenta con liquidez económica, pero utilizar los recursos disponibles en una campaña para unas generales en las que consideran que el espacio de centro no tiene cabida sería contraproducente a largo plazo. Los planes de la ejecutiva pasan por un "rearme" que les permita estar fuertes en próximos ciclos electorales.
UNA RETIRADA APOYADA POR TODA LA DIRECCIÓN
La dirección 'naranja' asegura estar unida en torno a la decisión de no presentarse a las generales, aunque admite debate en el seno de la misma que atribuyen a la normalidad de un diálogo. Sin embargo, todos los miembros de la dirección acatan esta postura, que ven "racional".
Eso sí, varios de los dirigentes que apoyaron esa decisión han dejado la política, como la expresidenta Inés Arrimadas y el diputado Guillermo Díaz, e incluso uno de ellos, el hasta ahora portavoz de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña, Nacho Martín Blanco, ha acabado fichando por el PP como cabeza de lista por Barcelona.
En todo caso, el sector oficial remarca que la dirección fue votada por los afiliados en primarias y avalada por la Asamblea General de enero, por lo que sus dirigentes no pueden ser considerados unos 'okupas' que están cobrando del partido esperando la cita electoral que más le interese.
Para la Ejecutiva 'naranja', algunas de estas palabras son terribles y hacen daño en el plano personal. Respecto a las posibles sanciones, las citadas fuentes explican a Europa Press que las están valorando, sin especificar el tipo. Las tendría que resolver el Comité de Garantías.
Bal se postuló para liderar Ciudadanos en las primarias que se celebraron en el marco del proceso de refundación, enfrentándose a la lista encabezada por Patricia Guasp y Vázquez, que salió vencedora. Ya en aquel proceso, las candidaturas se cruzaron múltiples reproches. La Ejecutiva 'naranja' resalta que aquella campaña ya fue bronca y achaca a Bal salidas de tono que califica de faltas de respeto.