BARCELONA 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los quiosqueros de Barcelona están acusando la crisis hasta el punto de que cierran al menos dos puntos de venta de prensa en la calle a la semana, según entidades y vendedores del sector, que advierten de que la situación es peor en algunas zonas del área metropolitana, donde empieza a ser difícil comprar el periódico.
En una entrevista de Europa Press, el directivo de la Asociación de Difusores de la Información (ADI) Manuel Soriano elevó a "tres o cuatro" a la semana el número de quioscos clausurados por el descenso de las ganancias de la venta de prensa, que han pasado de representar el 80 por ciento del negocio al 30 por ciento.
Según datos municipales de enero, Barcelona tiene 409 quioscos en la calle, de los cuales 44 cerrados. Entidades del sector y el Ayuntamiento mantienen contactos para revertir la situación, ahora que las licencias, que tienen 20 años, caducarán a 31 de diciembre de 2011.
Los quiosqueros han propuesto tener licencia para vender bebidas no alcohólicas, como ya hacen algunos sobre todo en verano, a lo que el Consistorio se ha mostrado "muy abierto", aseguró el representante de la Associació de Venedors de Premsa de La Rambla, que la semana pasada se constituyó formalmente.
Soriano pidió reciprocidad, ya que algunas panaderías han empezado a vender prensa, y defendió revisar la distribución de los quioscos, que es "antigua" y que sitúa muchos en el Paral·lel de cuando era centro del espectáculo. Otras propuestas han sido vender bisutería y souvenirs para turistas.
Para incorporarlos, los quiosqueros han pedido que los puestos de barrio sean más grandes. Según añadió a Europa Press el quiosquero de la Ronda de Sant Antoni Lluís Torrentà, miembro de la Asociación Profesional de Vendedores de Prensa de Barcelona y Provincia, también han reclamado incluir más publicidad, en pantallas con información de la ciudad.
FIN DEL MODELO TRADICIONAL
Las camisetas y postales de Barcelona ya casi se han comido a la prensa en un puesto de la plaza del Pi. "El quiosco tradicional se está acabando", según constata el responsable de los quioscos del Col·legi de Periodistes, Santiago Torruella, entidad que gestiona 13 en el paseo de Gràcia, la plaza Catalunya y el de La Rambla más próximo a la plaza.
La avenida Diagonal y la Gran Via tienen varios cerrados por una crisis que ya viene de años atrás. Algunos la atribuyen al crecimiento de la prensa gratuita, como el quiosquero de la Travessera de Dalt Artur Castellà, y a las condiciones que ponen las distribuidoras. Para que les repartan deben pagar una fianza de unos 14.000 euros. A ello se suma, según Torrentà, que les dejan muchos más periódicos y revistas de los que venden.
No todos los quioscos pueden adelantar su coste. En áreas de L'Hospitalet de Llobregat y Cornellà empieza a haber "escasez de prensa", según Soriano, quien afirmó que algunos quiosqueros comparten los periódicos y revistas que reciben de las distribuidoras porque algunas ya no les reparten por no pagar sus deudas.
Torrentà, cuya familia ha regentado el quiosco en la Ronda Sant Antoni durante 53 años, lleva más de uno intentando traspasar su negocio, aunque por el momento sin éxito. A la dureza de un trabajo para los siete días de la semana se le añaden las condiciones del traspaso y la obligación de asumir las deudas del anterior propietario.
Según explicó el quiosquero Jordi Llovet, recién estrenado en Rius i Taulet, plaza que se ha pasado casi medio año sin quiosco por la jubilación de su antiguo propietario, los traspasos cuestan al menos 50.000 euros. En algunos casos ascienden a 120.000, según pudo constatar mientras buscaba quiosco tras haberse quedado en el paro.