MADRID, 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos manifestó en febrero de 2007 su "decepción" al Gobierno español por un malentendido por el que había dado por hecho que habría un incremento del contingente español destinado en Afganistán, según un cable diplomático interno estadounidense publicado por el portal Wikileaks. Fue el entonces embajador de Washington en Madrid, Eduardo Aguirre, quien transmitió personalmente esta sensación al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos.
"El embajador ha dicho a Moratinos que tanto él como Washington están decepcionados por la decisión del presidente (José Luis Rodríguez) Zapatero de no incrementar el compromiso de tropas en Afganistán", explica el documento interno estadounidense.
Al parecer, Estados Unidos entendió tras una entrevista entre Moratinos y su homóloga, Condoleezza Rice, celebrada en París el 25 de enero de 2007, que "España querría ser un socio más activo" en lo que respecta a Afganistán.
"El embajador también dijo a Moratinos que el Gobierno de España no debe interpretar el actual silencio de la Embajada en los medios como una rebaja de nuestra decepción con esta decisión", explica.
Según el cable, Moratinos respondió que cree que fue un malentendido, ya que él sólo manifestó el compromiso español con la OTAN, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afgansitán (ISAF) y con la misión en Afganistán y no intención alguna de incrementar las tropas.
En la conversación entre Moratinos y Aguirre, el primero lamentó que Estados Unidos se centre únicamente en los aspectos negativos de la relación bilateral. "Moratinos insinuó que nadie está dando crédito a España por lo que ha hecho hasta ahora", indica el cable.
"Estados Unidos sólo trata a España como un aliado de la OTAN, del primer mundo, cuando le interesa", habría dicho a Aguirre el ministro Moratinos, quien matizó que ésta era su opinión personal, no una postura oficial del Gobierno.
El cable concluye con un comentario en el que se explica que Moratinos "esperó varias horas para devolver la llamada al embajador" y que "claramente había preparado y redactado su mensaje". "Sensiblemente agitado, inició la ofensiva, mientras que (el entonces ministro de Defensa, José Antonio) Alonso, dejó claro su malestar con la decisión de Zapatero y manifestó su comprensión y simpatía para con nuestra postura", concluye el texto.