MADRID 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
EEUU y España han afirmado este sábado que la coalición internacional que ha intervenido en Libia mantendrá la presión "militar y política" hasta que el coronel Muamar Gadafi cese sus ataques contra la población y acepte abandonar el poder para permitir el inicio de la transición democrática a la que aspira el pueblo libio.
"Nos quedaremos hasta que consigamos cumplir los objetivos, (...) proteger a la población y permitirle que pueda cumplir sus legítimas aspiraciones de vivir en paz", ha señalado la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, en rueda de prensa conjunta con su colega estadounidense, Hillary Clinton, de visita oficial en España.
Clinton ha añadido que Gadafi, en lugar de lanzar "amenazas" contra los países que han intervenido en Libia, debería "preocuparse por el bienestar de su pueblo y abandonar el poder para favorecer una transición democrática". España y EEUU, ha agregado, comparten el convencimiento de que Gadafi "debe abandonar el poder y cesar los ataques" contra la población.
La jefa de la diplomacia estadounidense ha agradecido la contribución militar española para mantener una zona de exclusión aérea y vigilar que se cumpla el embargo de armas y ha evitado criticar, como hizo con anterioridad el ya ex secretario de Defensa Robert Gates, que España, como otros países de la OTAN, no participen en operaciones ofensivas.
Preguntada por la decisión de la Unión Africana de no ejecutar la orden de detención dictada por el Tribunal Penal Internacional (TPI) contra el mandatario libio, Muamar Gadafi, Clinton ha recordado que los países africanos presentes en el Consejo de Seguridad de la ONU, Nigeria, Gambia y Sudáfrica, votaron a favor de la resolución que abría la puerta a llevar al coronel ante la justicia.
Libia y los procesos de cambio en el mundo árabe centraron buena parte de las conversaciones que Jiménez y Clinton mantuvieron a lo largo de algo más de una hora en un desayuno de trabajo, al que también asistieron los secretarios de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, y para la UE, Diego López Garrido.
También se habló de los esfuerzos del Cuarteto para la Paz en Oriente Próximo que componen EEUU, la UE, Rusia y la ONU para lograr que palestinos e israelíes vuelvan a la mesa de negociaciones. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha convocado una reunión para el próximo 11 de julio con este objetivo.
España y EEUU coinciden en que los esfuerzos de la comunidad internacional deben centrarse en conseguir que ambas partes vuelvan a negociar y no están a favor de que los palestinos decidan unilateralmente pedir en la ONU un reconocimiento internacional de su Estado, al considerar que esta iniciativa, si no cuenta con el acuerdo de Israel, no contribuiría a los esfuerzos en busca de la paz, señalan fuentes diplomáticas españolas.
Los palestinos tienen hasta el próximo 15 de julio para solicitar formalmente en la ONU la adhesión del Estado palestino a Naciones Unidas.
Las dos ministras también conversaron, aunque brevemente, sobre Cuba y Venezuela. Según fuentes diplomáticas, Clinton saludó los esfuerzos de España para liberar a más de un centenar de presos políticos e intercambió con Jiménez impresiones sobre el estado de salud del presidente Hugo Chávez, al que Washington no ve en buenas condiciones.
PÉSAME POR LOS CAÍDOS EN AFGANISTÁN
Afganistán, donde ambos países han anunciado calendarios de salida de sus tropas, también estuvo en las conversaciones entre las dos jefas de la diplomacia. Clinton expresó públicamente su "pésame" por los muertos y heridos en los dos últimos atentados contra las tropas españolas en ese país.
Ha destacado además el "valor y destreza" de las fuerzas de seguridad españolas destacadas en Afganistán y la labor humanitaria que ha desplegado España, como la construcción de un centro de salud materna y pediátrico.
Jiménez ha negado que anunciar con antelación el calendario de salida de tropas haya podido animar a los talibán a perpetrar nuevos atentados contra la coalición internacional y ha afirmado que esos plazos pueden ser "orientativos", pero no así el objetivo que se persigue, que sean los propios afganos los que rijan su destino. Y hasta que esa meta no se consiga, ha dicho, la comunidad internacional seguirá trabajando unida en Afganistán.