Incluye en su lista de "instalaciones innecesarias" un cuartel de la Comandancia General de Melilla
MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Tierra planea suprimir este año en Ceuta y Melilla dos batallones de Transmisiones y un grupo de Artillería de Costa --unidad similar en tamaño y número de efectivos al batallón--, dos banderas de Infantería de la Legión, dos baterías de Artillería de Campaña y una compañía de Defensa contra carro del Grupo de Regulares, en aplicación del denominado 'Plan de Transición a la nueva estructura de la Fuerza'.
El 'Plan de Transición', al que tuvo acceso Europa Press, supone la puesta en marcha de la reestructuración progresiva de la Fuerza del Ejército de Tierra en cumplimiento del Real Decreto de Reorganización del Despliegue de la Fuerza de los Ejércitos y la Armada, aprobado por el Gobierno en abril de 2006.
También conocido como 'Ejército XXI', el plan establece la conversión de las Comandancias Generales de Ceuta y Melilla en sendas brigadas de Infantería Ligera --el modelo de unidad militar que con mayor frecuencia y continuidad despliega España en el exterior--.
Esta transformación se traducirá en que durante el primer semestre de este año se disolverán el Grupo de Artillería de Costa de Ceuta y las dos Baterías de Adquisición de Objetivos de los Regimientos de Artillería de Campaña número 30 (Ceuta) y número 32 (Melilla). Una batería de Artillería equivale en entidad a una compañía de Infantería, que consta de unos cien militares.
De cara al segundo semestre de 2007, el Ejército prevé suprimir dos banderas de Infantería, una del Tercio 'Gran Capitán' de la Legión, con sede en Melilla, y la otra del Tercio 'Duque de Alba' de Melilla, además de los dos batallones de Transmisiones de Ceuta y Melilla y una compañía de Defensa contra carro del Grupo de Regulares de Melilla.
Las últimas disoluciones que afectarán a Ceuta y Melilla están previstas para el segundo semestre de 2009, cuando se suprimirán las planas mayores de Mando de los Regimientos de Ingenieros número siete (Ceuta) y número ocho (Melilla).
El Estado Mayor ha establecido además "una relación de las instalaciones innecesarias para el Ejército", lista que incluye, entre otras sedes, el Acuartelamiento 'Gabriel de Morales', que aloja al Batallón de Cuartel General de la Comandancia General de Melilla, y el Acuartelamiento 'Primo de Rivera', que alberga el Regimiento de Caballería Acorazado 'Alcántara'.
El 'plan de transición' del Ejército de Tierra supondrá el paso a una nueva estructura centrada en el concepto de la brigada, con capacidad de despliegue en cualquier teatro de operaciones. El objetivo principal es simplificar la estructura y aumentar su eficacia de cara a poder desplegar en misiones internacionales cualquiera de las grandes unidades de Tierra.
Este proyecto, cuya aplicación debe concluir en 2009, implicará la supresión de 41 de las 195 unidades tipo batallón que actualmente componen la fuerza del Ejército de Tierra, una reestructuración que afectará directamente a unos 15.500 militares y 650 civiles, según fuentes militares consultadas por Europa Press.
Las fuentes consultadas indicaron que el plan se traducirá en la desaparición de uno de cada cinco batallones del Ejército, buscando una "correcta implantación" de esta nueva estructura más reducida "sin dejar de cubrir" las necesidades nacionales y los compromisos internacionales adquiridos por España.
El Ejército afronta esta reestructuración con el objetivo de tratar de minimizar al máximo "los costes sociales y familiares" que implica la modificación de la fuerza, adoptando para ello "diferentes medidas de gestión de personal" para paliar el impacto de las disoluciones y transformaciones de batallones.
La meta que persigue el decreto de organización de la Fuerza es conseguir un Ejército de Tierra con una operatividad máxima, es decir, que no existan unidades que no puedan trabajar a pleno rendimiento por falta de medios y/o personal.
Elaborado por el anterior jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), general de Ejército José Antonio García González, y desarrollado por su sucesor en el mando, general de Ejército Carlos Villar Turrau, con sus respectivos equipos, el Real Decreto de Organización de la Fuerza permitirá alcanzar un Ejército de Tierra más reducido en sus dimensiones, con unos 85.000 efectivos --25.000 cuadros de mandos y el resto tropa--, pero "mejor encuadrado, mejor adiestrado" y con unidades "mejor equipadas" que en la actualidad.
El citado plan establece una reestructuración de los Cuarteles Generales concentrando en el Cuartel General de la Fuerza Terrestre (FUTER) el mando del núcleo de la fuerza, mientras que el Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de Bétera se mantiene como el único encargado de constituir los componentes terrestres de nivel cuerpo de Ejército o División.
Integrados en la estructura de la Fuerza Terrestre quedarán el Mando de Fuerzas Ligeras --compuesto por dos brigadas de infantería ligera, una de la Legión, una paracaidista y una de Caballería y la Jefatura de Tropas de Montaña--, el Mando de Fuerzas Pesadas --con dos brigadas mecanizadas y una acorazada--, las Comandancias de de Baleares, Ceuta y Melilla y las Unidades de Apoyo.