MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El embajador español en Washington, Ramón Gil-Casares, está convencido de que España va a "trabajar bien con cualquier candidato que salga elegido" en las elecciones estadounidenses de este martes porque, a pesar de que ambos tienen personalidades muy marcadas, el país tiene "un gran nivel de institucionalidad".
"Aunque las personalidades son muy llamativos, Estados Unidos está muy institucionalizado, las instituciones son muy fuertes y no va a haber golpes de timón que vayan a afectar a las relaciones con España", ha dicho Gil-Casares.
Además, ha defendido que aunque en esta campaña se haya hablado mucho de algunos países concretos -- México, Rusia o Siria-- lo cierto es que el país "tiene unos intereses internacionales muy marcados" y muy claros.
LAS RELACIONES CON ESPAÑA NO CAMBIAN
En declaraciones a Cope y a RNE, recogidas por Europa Press, ha subrayado que, gane la demócrata Hillary Clinton o el republicano Donald Trump, "las relaciones con España per se no cambian" y entre ambos "no hay una gran diferencia por lo que se refiere a la relación con España" y a sus pilares básicos: la seguridad y la defensa, la educación y la herencia hispana, y la economía y las inversiones.
Eso sí, ha admitido que hay declaraciones de los candidatos que "en algún caso han gustado más o menos" y que el candidato demócrata a la Vicepresidencia, Tim Kaine, es "muy cercano a España" en su condición de presidente de honor de la rama americana del Consejo España-Estados Unidos.
En todo caso, ha subrayado que entre España y Estados Unidos no hay ningún punto de fricción, pero sí "una serie de proyectos un poco parados" por la situación política de España, que ha estado un año sin gobierno, pero que espera que se relancen próximamente.
Gil-Casares, que lleva en Washington desde 2012, espera que en las próximas semanas el nuevo Gobierno pida el plácet para su sucesor y ser relevado en enero o febrero --el nuevo presidente estadounidense toma posesión el 20 de enero de 2017--.
SERÁ RELEVADO E IRÁ A MADRID
El embajador, cuyo próximo destino será Madrid por razones personales, ha dicho que ha recibido "con especial satisfacción" que el nuevo ministro de Exteriores sea un diplomático, y además "un tipo fenomenal", aunque ha admitido que aún no ha podido hablar con él desde su nombramiento.
A quien sea su sucesor, le aconseja que tenga en cuenta que Estados Unidos es un país muy grande, con "muchas puertas abiertas que atender" y casi todas fuera de Washington.
Según ha dicho, el último censo de españoles en Estados Unidos asciende a 150.000, y desde hace unos años es una migración diferente a la tradicionales. Con motivo de la crisis, ha señalado, han llegado al país profesionales a los que Estados Unidos ofrece "grandes oportunidades". "Tenemos una emigración con un nivel cultural y técnico muy apreciada en Estados Unidos", ha resumido.