El tribunal deberá elegir presidente y vicepresidente, plazas para los que suenan González Rivas y Roca en un Pleno que puede celebrarse el viernes
MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los nuevos cuatro magistrados de Tribunal Constitucional (TC) designados la pasada semana por el Senado --Ricardo Enríquez, Alfredo Montoya, Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer-- han jurado este martes su cargo ante el Rey y mañana tomarán posesión de su plaza en el tribunal de garantías.
La llegada de los nuevos magistrados se produce después de que el pasado viernes el Pleno de este órgano diera el 'plácet' a su elección por la Cámara Alta. La llegada de los nuevos magistrados supone la salida, entre otros, del actual presidente, Francisco Pérez de los Cobos, cuyo sustituto se elegirá en un Pleno del tribunal ya renovado que aún no tiene fecha pero que podría celebrarse el próximo viernes, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.
SEMBLANTE DE LOS NUEVOS MAGISTRADOS
De la trayectoria de Conde-Pumpido antes de ser fiscal general del Estado con el Gobierno de Rodríguez Zapatero pueden destacarse decisiones como la oposición a la imputación del expresidente del Gobierno Felipe González por el caso Gal.
También fue ponente de sentencias como la del caso Roldán en 1999 y en la que se elevaba la condena al exdirector general de la Guardia Civil de 28 a 31 años, la de la privatización de la empresa textil Intelhorce, o del caso del expresidente del Gobierno de Navarra Gabriel Urralburu, por el cobro de comisiones ilegales de constructoras. Además formó parte del tribunal que condenó, entre otros, al exministro del Interior José Barrionuevo, por el caso Marey.
En abril de 2004 fue nombrado fiscal general del Estado a propuesta del Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, hasta 2011, convirtiéndose en el fiscal general que más tiempo ha ostentado el cargo. En esos siete años se llevó a cabo la instrucción de numerosas causas de corrupción como el caso Malaya, contra la corrupción en la localidad malagueña de Marbella, el caso Palma Arena que comenzó a investigarse en 2008 o la trama Gürtel relacionada con el PP de Madrid y Valencia, principalmente.
De su mandato se recuerdan, entre otras, la ya famosa frase que pronunció durante una tregua de ETA y la negociación del Gobierno con la banda terrorista de que había que "mancharse las togas con el polvo del camino".
También causaron polémica unas declaraciones suyas, durante un desayuno informativo de Europa Press el 16 de abril de 2009, cuando denunció que la Fiscalía se tenía que apoyar únicamente en la Guardia Civil en relación a las listas que periódicamente pretendía presentar a las urnas el entorno de ETA, ya que la Policía, según dijo, sólo respondía a las peticiones del juez instructor, en clara referencia al exmagistrado Baltasar Garzón.
Entre las grandes causas penales que ha estudiado Cándido Conde-Pumpido durante su segunda etapa como magistrado del Tribunal Supremo, tras cesar en la Fiscalía general destaca la instrucción de la causa contra la fallecida exalcaldesa de Valencia y senadora del PP, Rita Barberá, por la comisión de un presunto delito de blanqueo de capitales en el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia, en el marco de la Operación Taula derivada del 'caso Imelsa'.
Por otro lado, formó parte de la Sala que ratificó la condena de cuatro años de prisión impuesta por la Audiencia Nacional a Alfonso Fernández Ortega, 'Alfon', al considerar que el explosivo que portaba durante la huelga general del 14 de noviembre de 2012 "estaba destinado a causar graves lesiones e incluso la muerte de una o varias personas que se encontrasen cerca en el momento de la explosión".
También fue ponente de la inadmisión de la querella presentada contra el expresidente de Extremadura José Antonio Monago, por los 32 viajes que realizó a Canarias entre 2009 y 2011. En este caso, el Tribunal Supremo aconsejó la conveniencia de establecer una regulación "suficientemente precisa" de los viajes realizados por los parlamentarios para evitar "cualquier duda" del correcto empleo de los fondos públicos.
Ricardo Enríquez permanece en el Tribunal Constitucional, al que pertenece desde marzo de 2014 --entró para suplir el fallecimiento Francisco José Hernando--, si bien su nueva designación era obligada porque su mandato había expirado por haber entrado en sustitución de éste.
Alfredo Montoya, por su parte, es profesor emérito de las Universidades San Pablo CEU y Complutense y del Instituto de Estudios Bursátiles, doctor Honoris Causa por las Universidades Rey Juan Carlos (Madrid), Murcia y Central del Este de la República Dominicana, académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación y presidente de su Sección de Derecho del Trabajo.
Finalmente María Luisa Balaguer (Almería, 1953) es consejera del Consejo Consultivo de Andalucía, licenciada en Derecho por la Universidad de Granada en 1976 y doctora en Derecho por esta universidad en octubre de 1983, según ha detallado el PSOE andaluz en un comunicado. Actualmente, es catedrática de Universidad de Derecho Constitucional, adscrita al Departamento de Derecho del Estado y Sociología de la Universidad de Málaga.
La también profesora de las Facultades de Derecho y de Periodismo de la Universidad de Málaga dirigió la revista 'Artículo 14, una perspectiva de género', que editó el Instituto Andaluz de la Mujer desde 1999 así como dos congresos de Derecho Constitucional, uno en 2002 sobre la organización territorial del Estado, organizado por el Parlamento de Andalucía con motivo de la conmemoración del XX aniversario de su Estatuto de Autonomía, y el segundo en 2003, con motivo de la conmemoración del XXV aniversario de la Constitución Española.
EN BUSCA DE PRESIDENTE
La elección del sucesor de Pérez de los Cobos ha desatado una guerra soterrada por la Presidencia del TC que, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, es previsible que finalmente sea para uno de los dos magistrados conservadores que se encuentran en el último tercio de su mandato, Andrés Ollero o Juan Antonio González Rivas, siendo el segundo el que parece tener más opciones.
Ollero partía como favorito, según las mismas fuentes. De hecho el apoyo del PP en el Senado al candidato socialista Cándido Conde-Pumpido allanaba el camino para que este magistrado pudiera presidir la institución, a pesar de la negativa inicial de los negociadores socialistas a que esto ocurriera.
Se trata de las mismas reservas que mantienen algunos magistrados del TC por el hecho de que éste haya sido durante 17 años diputado del PP y por su reconocido conservadurismo sobre todo con algunos asuntos relativos a la familia. Alguna de las fuentes consultadas apuntan que un sector del Gobierno sería más partidario de que el presidente fuera Pedro González-Trevijano, de tendencia igualmente conservadora y aupado en su día por el PP.
Todas estas discrepancias abren la puerta a la opción de González Rivas, que previsiblemente estaría mejor visto por el PSOE. Aunque éstos preferirían al progresista Fernando Valdés, que también se postula, no tiene opciones ya que la presidencia correspondería a un conservador.
En lo que sí hay un consenso entre los magistrados del TC es en que la vicepresidenta sea Encarnación Roca, cercana en su día al PSC, fue elegida magistrada del Tribunal Constitucional en 2012, a propuesta del Parlamento catalán y contó con el visto de bueno de Convergencia i Unió, hoy PDeCat