Actualizado: jueves, 2 noviembre 2017 12:43

MADRID 2 Nov. (EUROPA PRESS) -

ERC y PDeCAT han cerrando filas este jueves en torno a la estrategia del presidente, Carles Puigdemont, de quedarse en Bruselas y han pedido que se haga justicia con los investigados de la Mesa y con la presidenta del Parlament, Carmen Forcadell. Los partidos independentistas han contado con una nutrida representación en la entrada del Tribunal Supremo para arropar a los miembros de la Mesa investigados por los delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos.

El portavoz del PDeCAT en el Senado, Josep Lluís Cleries, ha calificado la situación de "extraña", asegurando existen "directrices desde el mismo Gobierno" en relación a la investigación de los exmiembros de la Mesa. Y ha apuntado a que la querella del Ministerio Fiscal justifica los delitos basándose en un violencia que "se inventan".

"Lo vivimos con pena y esperamos que haya Justicia de verdad y vuelvan a sus casas", ha resumido sobre la situación judicial que enfrentan los miembros del Govern, la Mesa y la presidenta del Parlament, Carmen Forcadell.

Y preguntado por la estrategia de Puigdemont estableciéndose en Bruselas junto a otros consellers, Cleries la ha defendido asegurando que se trata de un movimiento "consensuado" con otros miembros del Govern para "poner en evidencia delante de Europa y el mundo la situación que se vive en Cataluña, donde hay persecución política".

El senador entiende que la estancia del expresident en Bruselas tiene como objetivo conseguir un "juicio justo" y rechaza que este movimiento vaya a perjudicar el horizonte judicial de los otros investigados. "Si se endurecen las penas será por otras circunstancias", ha argumentado.

TARDÁ: "ES UNA SITUACIÓN ANÓMALA COMO SU CESE COMO PRESIDENTE"

En esta linea, el diputado de ERC Joan Tardá ha defendido que Puigdemont no se niega a declarar y ha alegado que su viaje a Bruselas, una situación que reconoce como "anómala", se debe a su cese que considera "también anómalo", "como en el juego de la oca vamos de anomalía en anomalía".

Mientras, el también diputado republicano Gabriel Rufián se ha mostrado comprensivo con Puigdemont asegurando que tiene "una amenaza de 30 años de cárcel" y se despidió de sus hijas". "Es bastante humano lo que ha hecho y compararle con un funcionario raso es curioso cuanto menos", ha declarado.

Al tiempo, ha cargado contra los miembros de la Justicia que han iniciado el caso, "un fiscal reprobado y una jueza condecorada por la Guardia Civil", y ha equiparado la situación judicial de los políticos catalanes con la escasa atención mediática, que a su juicio, existe con casos de corrupción.

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