MADRID 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El exportavoz de Sumar en el Congreso Íñigo Errejón aparentó normalidad ante compañeros del grupo plurinacional hasta la mañana del mismo jueves, pese a que ya tenía abierta entonces una investigación interna por las denuncias contra él por presunto acoso y se le había exigido su renuncia por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la cúpula de Sumar tras admitir estos hechos.
Este martes, varios cargos del socio minoritario del Ejecutivo confesaban que seguían en "shock" al revelarse los comportamientos supuestamente vejatorios y machistas, que propiciaron que se le exigiera que dejara su escaño tanto desde Sumar como Más Madrid.
Por ejemplo, fuentes del grupo indican que la mañana del jueves, antes de que se precipitaran los acontecimientos, estuvieron departiendo con Errejón sobre las cuestiones de la agenda parlamentaria y política.
Y una vez que supieron por redes de su carta de dimisión, admiten que se "quedaron a cuadros" y que les provocó sorpresa tanto la noticia como la actitud que mantuvo el exdiputado.
Hoy, el secretario general del grupo parlamentario, Txema Guijarro, ha reconocido por ejemplo que él desconocía que había un procedimiento abierto contra Errejón por las acusaciones de su comportamiento con mujeres que circulaban en redes. Eso sí, ha indicado que lo correcto era que esa investigación se llevara con discreción por un reducido grupo de personas.
De esta forma, ha señalado que él pese a colaborar estrechamente con Errejón, por motivo de sus respectivas funciones dentro del grupo plurinacional supo de la renuncia por el mensaje en redes del ya exportavoz. Y, de hecho, desveló que horas antes había estado departiendo con él, sin hablar de estos asuntos.
Su compañera y diputada de Compromís, Águeda Micó, también ha admitido estar en estado de "estupefacción" por el caso de Errejón, puesto que no tenía constancia de denuncias y también supo de su salida de Sumar por su comunicado en redes. Incluso ha señalado que le escribió a su teléfono para preguntarle qué pasaba y su respuesta fue "ya hablaremos".
Según la cronología del caso, Más Madrid tuvo conocimiento de estas denuncias el lunes y ese día ya pidió explicaciones a Errejón, que reconoció la veracidad de las acusaciones contra él.
Del lado de Sumar, el proceso de investigación interna se activó la tarde noche del martes y Díaz conversó con él para pedirle explicaciones el miércoles, ante lo cual Errejón volvió a reconocer los hechos.
Luego se mantuvo otra conversación donde le avanzó que iba a exigirle el cese y el jueves se reunió la ejecutiva de Sumar por este motivo. Y cuando aún estaba reunida la dirección de Sumar, Errejón procedió a difundir un comunicado sobre su denuncia aludiendo a problemas de índole mental y afectivo, sin aludir a las acusaciones contra él. Un escrito que Sumar desaprobaba y que remitió también al partido.
A su vez, Errejón compareció el martes en rueda de prensa habitual tras la junta de portavoces y el miércoles por la tarde atendió a los medios en los pasillos del Congreso para valorar la comparecencia que había protagonizado la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.