Defiende un sistema de votación más proporcional: "Si lo pedimos para España no tiene sentido no aplicárnoslo hacia dentro"
MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El secretario Político de Podemos y portavoz parlamentario de Unidos Podemos, Íñigo Errejón, ha asegurado este jueves que no teme ser laminado tras la Asamblea ciudadana Vistalegre 2 y que confía en "seguir desempeñando un trabajo que va a ser esencial", a pesar de haber reconocido, poco antes, que si cambiase la dirección del grupo parlamentario "no es un drama".
"Uno está en posiciones de portavocía, de representación, de manera temporal, mientras es útil y tiene el respaldo de un rumbo político, no está en un sillón para calentarlo. Uno representa una posición para seguir un rumbo y si los rumbos cambian puede ser que cambien las personas, todas, no es ningún drama", ha dicho en declaraciones a 'Los Desayunos de TVE', recogidas por Europa Press.
Errejón asume que "ninguna posición es indiscutible en Podemos" y que aunque él está "profundamente orgulloso" de ser portavoz, en Vistalegre "todas las posiciones se pueden discutir". No obstante, cuando acto seguido se le ha preguntado si teme que los 'errejonistas' y él mismo sean 'laminados', ha respondido que "lo cierto es que no", que está muy orgulloso del trabajo hecho y que confía en seguir "desempeñando un trabajo que va a ser esencial".
De hecho, ha dicho que él afronta Vistalegre "con mucha ilusión" y convencido de que la mayoría de la gente cercana a Podemos "no quiere verse obligada a elegir" --entre 'pablistas' y 'errejonistas'--. "Quiere que podamos multiplicar y que no entremos en un proceso de división", ha dicho.
Con estas palabras ha abundado en su tesis de que en Podemos todo el mundo está de acuerdo "en las caras y en hacer el camino juntos", y que lo que hay que debatir es "el modelo organizativo" y "la hoja de ruta" para que, mientras esté en la oposición, Podemos "se vaya construyendo como alternativa posible al PP".
Errejón defiende que en Vistalegre se vote por separado modelo organizativo, proyecto político y candidaturas, mientras que Iglesias quiere que se vote todo junto --algo que los 'errejonistas' rechazan porque creen que eso lo convierte todo en un plebiscito sobre el liderazgo de Iglesias y en eso todos están de acuerdo--.
"LA DISCUSIÓN DE LAS CARAS NO DEBE TAPAR LA DE LAS IDEAS"
El secretario de Política asume como "evidente" que las ideas van ligadas a las caras, pero defiende que Podemos debe coger "las mejores ideas vengan de donde vengan". "No podemos permitir que la discusión de las caras, en la que seguro que nos vamos a poner de acuerdo, tape la discusión de las ideas", ha argumentado. Errejón quiere un debate "que no hable a los españoles sobre Podemos, sino sobre España", hablar "primero del país y luego ver qué personas se ponen al frente".
De entrada, ha dejado ver que no le gusta el modelo de votación de las candidaturas propuesto este miércoles por el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, basado en un sistema de puntos que se pueden otorgar a candidatos de distintas listas.
En concreto, ha afirmado que él es partidario de un sistema con "proporcionalidad lo más pura posible" y con listas abiertas y desbloqueadas, porque lo considera más coherente con el espíritu democrático del 15M del que Podemos se proclama heredero. "Si lo pedimos para España no tiene sentido no aplicárnoslo hacia dentro", ha advertido.
GANAR CREDIBILIDAD COMO OPCIÓN DE GOBIERNO
En cuanto a la discusión de fondo, cree que en lo fundamental todos están de acuerdo, pero ha admitido que él añadiría "un poco más de énfasis" a la idea de que para ser fuerza de Gobierno tienen que "conquistar, también en la imaginación de los españoles", la idea de que Podemos puede gobernar, y eso hay que hacerlo desde la oposición.
"Tenemos que demostrar no sólo que denunciamos lo que no funciona sino que podemos hacerlo mejor, tenemos que ganarnos esa credibilidad", ha resumido.
Preguntado entonces por el debate sobre si Podemos debe o no dar miedo, ha replicado que la mayor parte de la gente tiene miedo a no llegar a fin de mes, o a que sus hijos deban marcharse de España, y desde ese punto de vista "el cambio político debe ser para todo lo contrario, para que nadie tenga que vivir con miedo".